Las
playas
se forman cuando en el borde costero la
cantidad de materiales disponibles
sobrepasa el volumen de sedimentos que las
olas y las corrientes litorales son
capaces de desplazar.
Una playa comprende una parte
constantemente sumergida, llamada playa
baja o anteplaya, que posee una suave
pendiente. El estrán
es la parte de la playa comprendida entre
el nivel de la pleamar y el nivel de la
bajamar. La parte superior o alta playa,
que constituye un cordón litoral
cuya pendiente es generalmente más
pronunciada y puede estar accidentada por
escalones, relacionados con las sucesivas
posiciones de la pleamar o con los efectos
de los temporales, y finalmente, la cresta
o berma
de playa por sobre el límite de las
pleamares de aguas tranquilas
(ver figura 1).
En algunas playas, la presencia de
rip currents
permite la formación de una
topografía rítmica de medias
lunas de playa llamadas beach
cups.
En algunas playas la erosión del
oleaje en el estrán deja al
descubierto partes del beach rock,
que son antiguas playas cuyos sedimentos
se consolidaron por cementación
debido a acciones biogénicas o por
la constitución calcárea de
las rocas, y por ello son más
resistentes a la erosión.
El ancho y la pendiente de una playa son
función de los materiales
disponibles, de su granulometría y
de la energía de las olas y las
corrientes susceptibles de
desplazarlos.
En todas las playas, la
granulometría de los sedimentos va
de las arenas finas a los rodados, los
sedimentos más finos permanecen en
suspensión en el agua y no son
depositados en las playas sino en
ambientes de muy baja energía.
Las playas compuestas por sedimentos gruesos, debido
a su mayor permeabilidad, tienden a desarrollar pendientes
de mayor gradiente como se muestra en la siguiente tabla.
Granulometría
y pendiente promedio de
las
playas
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Granulometría
|
Pendiente
de la playa
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Cantos
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24º
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Grava
gruesa
|
17º
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Gravilla
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11º
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Arena
muy gruesa
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9º
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Arena
gruesa
|
7º
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Arena
media
|
5º
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Arena
fina
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3º
|
Arena
muy fina
|
1º
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Fuente:
Bird, E. 1985.
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|
Después
de romper, el flujo del oleaje barre los
sedimentos hacia la alta playa y el
reflujo o resaca tiende a devolverlos
hacia la baja playa, pero la mayor
permeabilidad de las playas de gravillas y
arenas gruesas disminuye el efecto de la
resaca dejando con una pendiente de mayor
gradiente los sedimentos apilados por la
saca. Las playas de arenas finas
están más afectadas por la
resaca y tienen pendientes más
débiles, a menudo de arenas bien
compactadas por donde pueden circular
vehículos. Por su parte, las playas
de rodados son más frecuentes en
los ambientes de olas de alta
energía en latitudes medias y
altas.
Los rodados marinos tienen formas
aplanadas características que
resultan del desgaste por el vaivén
de las olas en el estrán. Las
arenas marinas son de granos muy pulidos y
brillantes (ver foto
9).