En
el sistema de circulación costera
inducido por las olas tiene gran
importancia el ángulo de incidencia
de los trenes de ola, el cual está
controlado a su vez por la
orientación de la costa con
respecto a los vientos dominantes y a los
frentes de mal tiempo. Cuando hay una
dirección de oleaje predominante,
el flujo costero desplaza los sedimentos
en un sentido determinado, dando lugar a
una componente neta de transporte a lo
largo de la costa que se conoce como
deriva
litoral.
Los trenes de olas se aproximan con un
ángulo ligeramente oblicuo a la
orientación de la línea de
costa, el flujo principal de la deriva
litoral se localiza entre la orilla y la
zona de rompiente y los sedimentos
describen trayectorias en zigzag sobre la
playa. La velocidad de la deriva litoral
disminuye drásticamente fuera de la
zona de rompiente.
También ocurren fuertes corrientes
perpendiculares a la línea de
costa, llamadas rip
currents
(ver figura 1)
las cuales erosionan la playa y extraen
sedimentos del sistema litoral emergido
para transportarlas a la playa submarina
(ver figura 2).
Una rip current desgarra la zona de
rompiente afectando a toda la columna de
agua. Su ancho es variable, con frecuencia
entre 15 y 30 metros, y su velocidad de 1
a 2 nudos. El agua es turbulenta y cargada
de materiales finos en suspensión.
Donde existen estas corrientes se observa
en la playa una topografía
rítmica que corresponde a medias
lunas de playa o beach
cusps,
según se observa en las figuras 1 y
2.