Trasposición lateral de las vísceras torácicas y abdominales.
Porción de la cavidad ventricular cardiaca, que se encuentra próxima a la válvula semilunar correspondiente (aórtica o pulmonar).

 


Asa Cardíaca

Hacia el día 23 del desarrollo, cuando ya se ha liberado de su unión al mesocardio dorsal, el tubo cardíaco comienza a crecer en la cavidad pericárdica.

Como sus extremos arterial y venoso están conectados con los vasos embrionarios (arcos aórticos en relación con los arcos viscerales y venas cardinales en relación con el septum transverso), el tubo cardíaco necesariamente comienza a curvarse, aprovechando el espacio que ofrece la cavidad pericárdica. Inicialmente, el tubo cardíaco desarrolla un plegamiento formando un asa en forma de U que es convexa hacia ventral y hacia la derecha, hecho que representa la primera expresión de asimetría en el cuerpo del embrión.


Animación: Disposición de los tubos cardiacos



Asa cardiaca en embrion de 23 dias

Las bases genéticas de esta asimetría parecen depender de la expresión de factores de transcripción Nkx2, Mef-2 y d-Hand. Estas señales posicionales inducirían en las células del tubo cardíaco la disposición asimétrica de microtúbulos generando presiones diferenciales sobre la gelatina cardiaca, fenómeno que redundaría en el encurvamiento hacia derecha del asa cardiaca. Si en el curso del desarrollo embrionario las señales de posicionamiento se alteran, se presenta una anomalía, la dextrocardia, donde el corazón y los grandes vasos adoptan en el tórax una posición en imagen especular, colocándose hacia la derecha.

Esta anomalía puede presentarse en forma aislada o formando parte de una alteración mayor conocida como dextrocardia con situs inversus, donde todos los órganos internos presentan una disposición en imagen especular, por ejemplo, el hígado, el ciego y el apéndice se encuentran al lado izquierdo; encontrándose el bazo en el hipocondrio derecho.

A medida que se desarrolla el curvamiento del asa cardiaca, se aprecia un crecimiento diferencial en su pared, de modo que se forman diferentes dilataciones separadas por surcos o constricciones.

En el sentido cráneo caudal estas dilataciones son: el bulbo cardíaco, el ventrículo primitivo, el atrio primitivo y el seno venoso con sus prolongaciones derecha e izquierda.

Inicialmente el atrio primitivo y el seno venoso se encuentran fuera de la cavidad pericárdica, en la pared corporal del embrión. A medida que el asa cardiaca se desarrolla e incurva, estas porciones se separan del septum transverso y son incorporadas a la cavidad pericárdica. Al momento de incorporarse en la cavidad pericárdica, la aurícula primitiva y el seno venoso lo hacen ubicándose por dorsal y hacia la izquierda de la porción bulbo ventricular del asa. De modo que, finalmente, el asa cardiaca adopta la forma de una S.


Asa cardiaca en embrion de 25 dias

La parte distal del bulbo cardíaco, el tronco arterioso, presenta una continuidad con las aortas ventrales y posteriormente formará la parte inicial de la arteria aorta y de la arteria pulmonar. La zona media del bulbo cardíaco, el cono arterial, da origen a la cámara de salida de ambos ventrículos. La porción proximal del bulbo cardíaco formará la porción trabeculada del ventrículo derecho. Del mismo modo, la porción ventricular del asa cardiaca dará origen a la mayor parte del ventrículo izquierdo. En el asa cardiaca así formada, se aprecia una marcada constricción entre la porción bulbar y ventricular, el surco bulbo ventricular, en cuyo interior se establece un pasaje estrecho entre bulbo y ventrículo, el foramen interventricular primario.


Corazón de embrión de 30 dias


Corazón de embrión de 30 dias

Las diferentes porciones del asa cardiaca se expanden rápidamente y sufren cambios en su posición en la cavidad pericárdica. Así, la porción distal del bulbo cardíaco, ubicada inicialmente hacia la derecha adopta una situación más medial. Del mismo modo, el atrio primitivo se expande transversalmente y sus porciones laterales se insinúan a ambos lados de la porción distal del bulbo. Estas regiones del atrio primitivo formarán posteriormente las aurículas (orejuelas) derecha e izquierda, elementos que se extienden abrazando el pedículo arterial del corazón. Con estos cambios, el surco atrio-ventricular se transforman en una cintura transversal, en cuyo interior se forma el canal atrio-ventricular, pasaje que pone en comunicación estas porciones del tubo cardíaco.

De ésta manera, el proceso de incurvamiento cardíaco que se inició hacia el día embrionario 23 culmina hacia el día embrionario 28, dando como resultado el establecimiento de las cámaras cardíacas primitivas, atrios y ventrículos, con sus respectivas conexiones vasculares, arteriales y venosas, en una correcta relación espacial.Inicialmente, la contracción cardiaca que se inicia el día 23, en la región del seno venoso, tiene un efecto de flujo y reflujo sobre la sangre contenida en el tubo cardíaco.

Sin embargo, hacia el final de la cuarta semana, la contracción coordinada del tubo cardíaco permite generar un flujo sanguíneo, desplazando la sangre que llega al seno venoso desde las venas cardinales (procedentes de las paredes embrionarias), las venas umbilicales (procedentes de la placenta) y desde las venas vitelinas (procedentes del saco vitelino) hacia los arcos aórticos y la aorta dorsal.


Circuitos vasculares en embrión de 28 días

Pericardio

La cubierta externa del tubo cardíaco, el epicardio o pericardio seroso visceral, se origina de células mesoteliales, ubicadas en la región del mesocardio dorsal vecino al seno venoso. Estas células migran y cubren la superficie tubular del corazón primitivo, dando origen también a los vasos coronarios. El pericardio seroso parietal y el pericardio fibroso se originan desde los pliegues pleuropericárdicos. Hacia la quinta semana, en la región lateral de los canales pericardioperitoneales se forma un reborde de mesodermo longitudinal, los pliegues pleuropericárdicos, que progresivamente crecen hacia la línea media.


Embrión de 6 semanas

Conforme avanza el plegamiento del embrión y el desarrollo de los pulmones, estos pliegues pleuropericárdicos, que contienen en su espesor a las venas cardinales y a los nervios frénicos, forman las membranas pleuropericárdicas que finalmente se unen en la línea media y conforman un tabique frontal que separa la cavidad pleural de la cavidad pericárdica. Los pliegues pleuropericárdicos tienen una constitución trilaminar; dos hojas de somatopleura (hoja parietal del mesoderma lateral) que encierran a una capa de mesenquima de la pared corporal del embrión.

La capa de mesenquima formará el pericardio fibroso mientras que las capas de somatopleura interna y externa a él formarán el pericardio seroso parietal y la pleura mediastínica respectivamente (Fig. 6a y 6b). El seno transverso del pericardio seroso se forma durante el incurvamiento del tubo cardíaco, al desaparecer su conexión con el mesocardio dorsal. De manera tal que, el seno transverso se dispone separando el pedículo arterial del pedículo venoso del corazón.


Embrión de 7 semanas

El seno oblicuo del pericardio se origina como consecuencia del desarrollo del tabique pleuropericárdico y de la incorporación de las venas pulmonares en la pared del atrio izquierdo. De esta manera, se forma una reflexión de pericardio seroso que se encuentra limitada lateralmente por la desembocadura de la venas pulmonares; receso ubicado detrás del atrio izquierdo y ventral al esófago.

 

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