Flujo laminar del agua de escurrimiento de un río.
Las partículas se mueven según trayectorias rectilíneas.

La erosión de los ríos es consecuencia de la acción hidráulica y la abrasión. La primera es producida directamente por la potencia de la corriente al golpear contra las paredes y el fondo de los canales. La abrasión es la acción erosiva que efectúan los cantos trasportados por el río.

Debido al roce con las paredes y el fondo, la velocidad media de la corriente es mayor en el centro que en el borde de los cauces; y en la vertical, las máximas velocidades ocurren en la superficie, con una disminución progresiva hacia el fondo.

El flujo en los ríos puede ser laminar o bien turbulento
(ver figura 1). El flujo laminar ocurre en canales poco profundos y con baja velocidad de la corriente.


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