Duna Cerro Dragón.
Iquique, Chile. (Patrimonio Natural).

El viento sopla en toda la superficie del planeta, sin embargo su actividad como agente morfogenético eficaz es muy variable. En efecto, el viento es capaz de efectuar un trabajo geomorfológico a partir de una cierta velocidad de aproximadamente 4,5 m/seg, a partir de la cual puede comenzar a movilizar arenas secas de grano medio, según lo definido experimentalmente por Bagnold, R. Su acción es particularmente importante en los medios naturales con escasa vegetación como los litorales marinos y en especial, las vastas extensiones de los desiertos. Sólo los vientos fuertes efectúan erosión y transporte, por ello su velocidad es quizás una característica más importante que su frecuencia. La actividad del viento proviene de la energía que produce, la cual es dispersada en parte por la agitación en remolinos del flujo de aire y por el roce con la superficie del suelo, la energía restante se utiliza en el transporte y en el trabajo geomorfológico de erosión o depósito.