Tejido rudimentario del cual derivan determinadas células y organos; tejido embrionario.
Proceso de division en dos partes o bifurcación.
Ovillo de capilares sanguineos que forman una pequeña masa en el riñón.
Pequeño cuerpo, ubicado en la corteza renal, formado por un glomérulo y la cápsula glomerular que lo rodea.
Volumen deficiente de líquido amniótico. La situación opuesta se denomina polihidramnios.
Proyección o apéndice hueco, en forma de saco o bolsa, que surge de un conducto principal.
Falta de desarrollo de un órgano.

 


El metanefros o el riñón permanente inicia su diferenciación hacia principios de la quinta semana y su función de filtración se establece hacia la novena semana de vida intrauterina. Hacia el día embrionario 28, desde el extremo caudal del conducto mesonéfrico, cerca de su desembocadura en la cloaca, surge un brote epitelial, la yema ureteral o divertículo metanéfrico, que crece hacia la región posterior del mesoderma intermedio.

Este tejido, el mesodermo intermedio, se condensa alrededor de la yema ureteral formando el blastema metanéfrico. Así, desde su diferenciación, el riñón permanente muestra su origen dual: el brote uretral, que formará al sistema colector (uréter, pelvis renal, cálices mayores, cálices menores y tubos colectores); y el mesodermo intermedio o metanéfrico, que dará origen al sistema de excreción renal (corpúsculo renal, tubo contorneado proximal, asa de Henle y tubo contorneado distal;.


Embrión de 5 semanas

Hacia el día 32 el brote ureteral toma contacto con el blastema metanéfrico y por inducción recíproca comienza a sufrir sucesivas divisiones dicotómicas.


Vía urinaria

A medida que el brote ureteral se va dividiendo, sobre cada nuevo brote, llamado ámpula, se agrega una porción de blastema metanéfrico dando al metanefros un aspecto lobulado. Hacia mediados de la sexta semana, el metanefros aparece como una masa bilobular con dos ámpulas. Esta primera división del brote ureteral da origen a la pelvis renal.

El proceso de división del brote ureteral y del blastema circundante avanza y hacia el final de la sexta semana se han originado cuatro generaciones de dicotomía; las que confluyen dando origen a los cálices mayores.

Durante la séptima semana se forman otras cuatro nuevas generaciones de dicotomías del brote ureteral, las que al confluir formarán los cálices menores. Las siguientes subdivisiones del brote ureteral se alargan considerablemente, de modo que hacia la décimo segunda semana se han producido 11 generaciones de dicotomías, desde las cuales se diferencian alrededor de un millón de ramas, los futuros tubos colectores del riñón.


Sistema pielocaliciario


El extremo terminal de cada uno de los tubos colectores así formados inducen al blastema metanéfrico adyacente a él. El blastema inducido se diferencia formando una vesícula metanéfrica, la cual posteriormente se elonga transformándose en un túbulo metanéfrico. El extremo proximal del túbulo metanéfrico induce al mesoderma circundante para que diferencie al glomérulo, mientras que este extremo del túbulo rodea a esta red capilar formando la cápsula glomerular. De esta manera se diferencian los corpúsculos renales.


Etapas de la nefrogenésis

Mientras se desarrolla el proceso de diferenciación de los corpúsculos renales, la porción restante del túbulo metanéfrico se alarga para constituir los otros elementos de la nefrona: el tubo contorneado proximal, el Asa de Henle y el tubo contorneado distal. Hacia la décima semana el extremo distal del tubo contorneado distal se conecta con el tubo colector, y las unidades excretora metanéfricas comienzan a funcionar.

La función principal de las nefronas en la vida fetal no es eliminar desechos metabólicos desde la sangre, función que se desarrolla en la placenta, sino suplementar la producción de líquido amniótico. Por lo tanto, aquellos fetos que sean portadores de agenesia renal presentarán oligohidramnios.

La arquitectura renal definitiva se adquire a mediados del tercer mes de vida intrauterina, donde es posible reconocer en el riñón fetal una zona externa, granulosa, la corteza, y una zona interna, estriada, de disposición piramidal, la médula o piramide renal. En la corteza renal se ubican los corpúsculos renales, los tubos contorneados y la parte inicial de los tubos colectores.

En la piramide renal se ubican el asa de Henle, y la porción central de los tubos colectores que convergen en los conductos papilares. Cada piramide con la porción de corteza renal circundante constituyen un lóbulo renal. Cada lóbulo drena la orina producida en sus nefronas a traves de los conductos papilares que se abren en el vertice de las piramides, región conocida como papila renal. Desde aquí la orina es recogida por los cálices menores.


Corte transversal de un riñon


En el recien nacido el riñón presenta un aspecto lobulado, describiendose entre 10 a 14 lóbulos por riñón. El crecimiento ulterior de los lóbulos hace desaparecer los surcos entre ellos.

Inicialmente el metanefros se encuentra en la región pélvica. A medida que crece el embrión se produce un ascenso del riñón en desarrollo producto del crecimiento corporal.


Región abdómino pélvica

En su ascenso, el hilio del riñón que mira inicialmente hacia ventral se desplaza hacia la región medial del órgano, como resultado del giro de 90° hacia medial que experimenta el riñón en su ascenso. El movimiento hacia cefálico del riñón hace que la irrigación se modifique. Así, las primeras ramas renales provienen de la arteria iliaca primitiva; a medida que se produce el ascenso el riñón va adquiriendo ramas de la aorta distal mientras que involuciona las ramas procedentes de la arteria ilíaca.

La persistencia de algunas de estas ramas renales caudales puede dar origen a arterias renales accesorias, siendo más frecuente de observar una arteria polar inferior, que nace de la porción terminal de la aorta abdominal, rama que correspondería a la arteria segmental inferior. De modo que al final del proceso de ascenso renal, las arteria renales surgen como las grandes ramas viscerales pares de la aorta abdominal, al nivel de la segunda vertebra lumbar. Las arterias se dividen antes de entrar al hilio renal en cinco ramas segmentales: apical, superior, media, inferior y posterior.

Hacia fines de la novena semana, el riñón toma contacto con la glándula suprarrenal y cesa su movimiento de ascenso, estacionándose en la región lumbar alta, quedando su hilio a la altura de la segunda vértebra lumbar. En forma anormal, uno de los riñones puede fallar en su ascenso y permanecer en situación pélvica.


Riñón en herradura

Del mismo modo, los polos inferiores de ambos riñones pueden fundirse dando origen al riñón en herradura; al migrar hacia cefálico este riñón anómalo se engancha en la arteria mesentérica inferior, última rama ventral de la aorta abdominal, y se detiene a la altura de la cuarta vértebra lumbar.

Riñon en herradura
 

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