Un animal sano es aquel que se encuentra en un estado óptimo
de producción.
Las enfermedades de los animales usados en producción animal
impiden una eficiente entrega de alimento a los humanos y grandes pérdidas
económicas por parte del productor y del país. Además
muchas de las enfermedades que afectan a una especie animal pueden ser
transmitidas a otras e incluso al hombre.
Por otro lado la industria animal se caracteriza por la alta concentración
de animales por área y el manejo de animales muy seleccionados hacia
la producción, pero altamente sensibles a enfermedades haciendo
más difícil su prevención, control y erradicación.