Intervención

Para favorecer la reinserción social y acoger al niño y su familia, es necesario contar con profesionales expertos en el tema. Por esta razón el equipo de rehabilitación de COANIQUEM, cuenta con la unidad de Servicio Social.

El Asistente Social focaliza su atención principalmente brindando apoyo al niño y su familia durante todo el proceso de rehabilitación.

Esto se hace realidad, interviniendo al surgir cualquier dificultad en su medio social, detectada por cualquiera de los agentes rehabilitadores.

Así es necesario considerar que el niño es el protagonista de este proceso, tendiendo a armonizar sus necesidades, surgidas del tratamiento y desarrollo integral con su entorno familiar, educacional, comunitario, y ambiental.

Traslado

Como así mismo procurar que el apoyo brindado por los diversos actores externos activen y potencien sus capacidades y no lo deshabiliten.

Entonces la administración de recursos de apoyo externo requiere del mayor conocimiento posible de sus características sociales y culturales.


Este accidente no sólo afecta al niño en su individualidad, sino que también lo vive su grupo familiar, alterando la cotidianeidad del hogar y trasciende a su ámbito escolar, entorno comunitario, cultural y social.

• Individualidad
• Entorno familiar
• Ámbito escolar
• Entorno Comunitario
• Entorno Cultural

Sevicio Social



Individualidad

El accidente interfiere en el desarrollo integral del niño, produce retrocesos, así niños que han dejado el uso de pañales vuelven a necesitarlos, otros vuelven a demandar la lactancia materna. El solo impacto del accidente interfiere en su desarrollo, independiente de la localización y magnitud de las quemaduras. Este retroceso se puede producir en cualquier etapa del desarrollo del niño. Esto aumenta los cuidados habituales que la madre debe atender.

 


 

Entorno familiar

La nueva condición física del niño causada por el accidente de quemadura pone a prueba el funcionamiento del sistema familiar. Las circunstancias en que se produjo el accidente provocan reacciones en todos los familiares del niño y estas influyen favorable o desfavorablemente en el proceso de recuperación.

Además de los procesos psicológicos derivados del accidente, surgen una serie de tareas y exigencias a cumplir que antes no existían.

• Los padres deberán enfrentar una nueva dificultad. Este integrante del grupo familiar físicamente dañado afecta a todo el sistema familiar provocando distintas reacciones y actitudes en cada uno de ellos.

• Surgen las necesidades propias del proceso de recuperación y de rehabilitación. El niño demandará mayor tiempo de dedicación exclusiva para él.

• Si los padres trabajan deberán proveerse del recurso humano necesario para la atención del niño en el hogar. Por otra parte, necesitan mantener su fuente laboral, obtener facilidades para asistir a las atenciones periódicas en el Centro de Rehabilitación, atender los gastos inesperados propios de las prestaciones de salud desde la urgencia hasta el término de la rehabilitación.

• El presupuesto familiar deberá soportar una carga económica adicional que no estaba planificada. Los niños de familias con ingresos suficientes sólo para satisfacer las necesidades mas básicas es probable que dependan de apoyo externo para enfrentar los nuevos gastos

A diferencia del adulto, el niño depende totalmente de su familia para recuperarse. En consecuencia los niños que presentan condiciones desfavorables, por diferentes causas en el ámbito familiar, necesitan apoyo social.

Las circunstancias que han permitido este accidente marca, con frecuencia, la respuesta de la familia hacia el tratamiento. A veces el padre culpa a la madre por lo ocurrido y se desliga absolutamente de la responsabilidad que le corresponde y no coopera con el tratamiento, en otras el familiar que tenía a su cargo el niño en el momento que se accidentó deberá responder llevándolo a las atenciones en el centro de atenciones de salud.

La familia no siempre visualiza la necesidad de rehabilitación y las consecuencias de no hacerlo oportunamente. Esta situación es importante detectarla antes de las cirugías revisando su adhesión al tratamiento, sus recursos personales, familiares y sociales, para definir el apoyo adecuado.

Existe la tendencia a recurrir sólo a la cirugía reparadora saltándose la etapa de rehabilitación necesaria anterior y posterior al procedimiento quirúrgico. En algunos casos será conveniente postergar la cirugía y esperar que el niño y la familia estén preparados para cumplir el ciclo completo.

No siempre los recursos terapéuticos disponibles responden a las expectativas de rehabilitación del niño y su familia. Se espera que las cicatrices se borren totalmente sin dejar huellas.

 


 

Ámbito escolar

Para someterse a las distintas técnicas terapéuticas necesarias para su rehabilitación el niño en edad escolar debe ausentarse de clases con frecuencia y en ocasiones durante períodos prolongados.

Independiente a los múltiples factores psicológicos y sociales que puedan afectar el rendimiento escolar, estas ausencias es otra dificultad que el paciente debe enfrentar.

El retorno a su escuela después del accidente genera diferentes reacciones y actitudes en sus profesores y compañeros, las que no siempre son adecuadas ya sea porque lo sobreprotegen, discriminan o aislan.


Ambito Escolar Ambito Escolar


 

Entorno Comunitario

Para su rehabilitación necesita de algunos apoyos que debe encontrar en la red social de su comunidad de origen.

La red comunitaria a la que pertenece el niño es una importante fuente de información para determinar la mejor estrategia de apoyo social.

 


 

Entorno Cultural

Hay valores culturales asociados a la imagen física que afectan seriamente la rehabilitación y reinserción social del niño quemado.

Las características personales del niño influyen en la recuperación de su ritmo de desarrollo. En consecuencia, es muy importante la información que los padres entregan de cómo era su hijo antes del accidente, como por ejemplo sus antecedentes escolares, de comportamiento, etc.

Los niños con tuición alterada pueden presentar mayores dificultades para rehabilitarse. Deberá buscarse al adulto que tenga mayor vínculo afectivo con el paciente como principal apoyo para lograr su efectiva adhesión al tratamiento.

También es importante establecer comunicación con la persona que realmente ejerce la autoridad en la familia, especialmente en las grandes decisiones de salud como autorizar intervenciones quirúrgicas, asumir la responsabilidad del tratamiento.

La asistencia a este centro especializado permite a los familiares observar a otros niños en distintas etapas del tratamiento. Esto puede ayudar a lograr la adhesión oportuna del niño y de su familia a éste. En la medida de lo posible es conveniente preparar y educar a la familia en este aspecto proporcionándole los medios necesarios para ello. En ocasiones será necesario postergar una cirugía hasta que el niño y su familia aprecien la importancia de la rehabilitación.

Será necesario lograr que el tratamiento físico de rehabilitación sea considerado posible de realizar y al alcance del niño y su familia y por tanto una necesidad que al ser resuelta favorecerá la reinserción social del paciente.

Es importante que la información oportuna, completa y clara del resultado del proceso físico de rehabilitación sea asumido por los adultos y el paciente pues la frustración en este sentido puede ser causa de deserción prematura.

El tratamiento ambulatorio tiene la gran ventaja de mantener al niño en su medio familiar evitando los efectos psicológicos producidos por la permanencia en un lugar extraño involuntariamente. Sin embargo implica condiciones habitacionales que permitan que el paciente permanezca en su hogar en condiciones propicias para su recuperación.

Requiere de condiciones básicas acordes a su nuevo estado físico, como cama individual, recursos sanitarios adecuados, etc. En caso contrario será necesario optar por la hospitalización.

Si la vivienda es inadecuada y persisten las condiciones de riesgo de nuevos accidentes en el hogar hay que intervenir para evitar nuevos episodios de quemaduras.

Es necesario en aquellos niños en situación de pobreza mantener coordinación permanente con los recursos comunitarios, para que dispongan de recursos de movilización acordes a las condiciones físicas del paciente y distancia al centro de atención y de los recursos económicos suficientes para soportar el costo de la movilización, en el medio adecuado y con la frecuencia necesaria.


 

Evaluación de la intervención

Desde el punto de vista social, el asistente social, evalúa su intervención, a través de la autonomía que logra el niño para realizar las actividades de la vida diaria de acuerdo a su edad, las capacidades de autocuidado del niño y su familia y de la capacidad que desarrolla el niño para reinsertarse en su medio social.

La mejor respuesta esperada se logra cuando el niño puede superar todas las dificultades en el aspecto social que pudieran haber interferido su proceso de rehabilitación y se reinserta en forma satisfactoria a la sociedad de acuerdo a sus características personales y a sus valores sociales y culturales.

 


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