La lesión por quemadura es una agresión física y psicológica de gran intensidad, que provoca un cambio abrupto en la existencia saludable del niño, lo traslada a una situación de estrés mantenido, durante el cual deberá sufrir un intenso dolor, la pérdida de su independencia y la habilidad para funcionar, el control sobre las situaciones que le corresponde vivir y su imagen corporal.

Estas pérdidas, unidas al intenso dolor se expresan en un complejo de síntomas llamado Síndrome de estrés post traumático.




Esta situación se torna más compleja aún, dependiendo de la actitud asumida por la familia y posteriormente el grupo social al que debe reincorporarse.

Para enfrentar el impacto que significa la situación antes descrita, se requiere del trabajo interdisciplinario, que para estos casos es un equipo de rehabilitación.


El equipo de rehabilitación debe estar formado por profesionales tales como: fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos y asistentes sociales y contar con un taller de prendas compresivas, como apoyo.