La división celular en los granos
comienza poco antes que las vainas alcancen su longitud máxima,
existiendo un traslape entre la fase de término del crecimiento
de las vainas y la etapa inicial del crecimiento de los granos (Figura
17).
Figura 17. | Granos recién iniciando su crecimiento al interior de una vaina. |
Los granos, que durante los primeros días
crecen muy lentamente, entran muy pronto en una fase de rápido crecimiento,
el cual se manifiesta mediante un abultamiento de las vainas; éste
se va haciendo cada vez mayor, producto del crecimiento progresivo de los
granos (Figuras 18 y 19). La cavidad de las vainas se llena prácticamente
en forma completa cuando los granos alcanzan el estado de madurez para
consumo en verde.
Figura 18. | Racimo con tres vainas; las dos basales reflejan un pequeño abultamiento producto del crecimiento de los granos. |
Figura 19. | Diferentes estados de crecimiento de granos previos a la madurez para consumo en verde. |
Las vainas de los primeros nudos reproductivos,
luego de lograr una primacía en el crecimiento sufren un retraso,
presentando en definitiva, hasta el estado de madurez para consumo en verde,
una menor tasa de crecimiento que aquellas vainas que lo hacen en una posición
más alta. En este sentido, en un trabajo realizado en dos cultivares
semitardíos, se determinó que durante el período mencionado,
las vainas del quinto nudo acumularon un 40 a 50% más de materia
seca por día que aquellas vainas que se desarrollaron en el primer
nudo. Esto se explica, por una parte, en base a que los primeros nudos
reproductivos van siendo sombreados por las nuevas hojas que se van desarrollando
en los nudos más altos, y por otra, a que en la medida que avanza
el desarrollo de las plantas, tanto la radiación solar como las
temperaturas van siendo cada vez más altas. Estos hechos permiten
que, en definitiva, se vaya produciendo una relativa concentración
de la madurez de las vainas dentro de las plantas, reduciéndose
así las diferencias de tiempo ocurridas entre la floración
del primer nudo reproductivo y de los siguientes.
La madurez para consumo en verde se logra
con un contenido promedio de humedad en los granos de 72 a 74% (Figura
20). El tamaño promedio de los granos al obtener dicho estado de
madurez es básicamente dependiente de los cultivares. Así,
por una parte, existen cultivares que producen arveja extra fina o "petit
pois", cuyos granos se caracterizan por tener un diámetro promedio
inferior a 7,1 mm. Por otra parte, están los cultivares que producen
granos de tamaño pequeño con un diámetro entre 7,1
y 8,7 mm, los cultivares que producen granos de tamaño mediano con
un diámetro entre 8,7 y 10,3 mm y los cultivares de grano grande
con un diámetro superior a 10,3 mm. Los cultivares utilizados en
Chile para la agroindustria son básicamente de tamaño de
grano mediano; en el caso del mercado fresco se utilizan cultivares tanto
de grano mediano como de grano grande (arvejones).
Figura 20. | Vainas mostrando sus granos en estado de madurez para consumo en verde. |
Los granos, luego que alcanzan su madurez
óptima para consumo en verde, continúan aumentando de tamaño
e incrementando rápidamente sus reservas amiláceas y proteicas.
Estas van poco a poco desplazando la humedad de los granos, los cuales,
en los siguientes 6 a 7 días de alcanzada su madurez para consumo
en verde, pierden entre 1,5 y 2,0% diario de humedad; la disminución
de humedad depende en gran parte de las temperaturas, que son las que definen
en mayor medida la tasa de crecimiento.
Las vainas, por su parte, 2 a 3 días
después que los granos contenidos en ellas logran su madurez óptima
para consumo en verde, comienzan a mostrar un leve arrugamiento exterior,
él cual va aumentando rápidamente; a la par con el arrugamiento,
las vainas van perdiendo poco a poco la clorofila, y por lo tanto, su color
verde característico. Los granos, por su parte, al alcanzar aproximadamente
un 62 a 63% de humedad comienzan a mostrar signos de arrugamiento; esto
ocurre, de acuerdo con las pérdidas diarias de humedad antes señaladas,
5 a 7 días después que los granos logran su madurez óptima
para consumo en verde. Posteriormente, se alcanza la madurez fisiológica,
estado que dependiendo del cultivar, se logra cuando las semillas alcanzan
una humedad de 52 a 54%; por último, las semillas se van secando
y endureciendo rápidamente hasta alcanzar su madurez de cosecha
(Figura 21).
Figura 21. | Secuencia de la etapa final del desarrollo de las semillas. |
Las vainas, por otra parte, al alcanzarse
el estado de madurez fisiológica, presentan un aspecto rugoso y
un color predominantemente amarillo claro (Figura 22); las semillas, en
tanto, presentan un color verde grisáceo, con mayor o menor expresión
de verdor según el cultivar. También hay cultivares cuyas
semillas son de color amarillo o café, debiendo señalarse
que al estado de madurez fisiológica el color que presentan las
semillas siempre se asemeja al definitivo.
Figura 22. | Vainas de arveja: la primera, de izquierda a derecha, está muy próxima a alcanzar la madurez fisiológica, en tanto que las dos restantes ya lograron dicho estado. |
La planta de un cultivar semitardío,
luego de alcanzada la madurez fisiológica en su parte superior,
puede ser dividida en tercios de acuerdo al avance en la sequedad de sus
semillas. Así, el primer tercio de los nudos reproductivos puede
presentar semillas con una humedad inferior al 25% y vainas de color café;
en el tercio medio las semillas pueden contener aproximadamente un 35%
de humedad y las vainas presentarse amarillas (Figura 23); en el tercio
superior, por último, las semillas pueden contener sobre un 45%
de humedad y las vainas presentarse amarillas con algún grado mínimo
de verdor.
Figura 23. | Vainas en el tercio medio de la planta cambiando de color amarillo a café. |
El estado de senescencia es descrito como
aquel en que tanto las vainas del tercio basal como del tercio medio presentan
un color café y sus semillas duras; las vainas del tercio superior,
por su parte, están amarillas y arrugadas y las semillas se presentan
aún algo blandas con alrededor de un 35% de humedad.
Las vainas presentan una fuerte dehiscencia
a partir del momento en que las semillas alcanzan un contenido de humedad
de 13 a 14%. Las vainas se abren a lo largo de ambas suturas, debido al
endurecimiento y excesiva deshidratación que sufre el pericarpio
(Figura 24).
Figura 24. | Vainas mostrando dehiscencia de semillas al estado de madurez para consumo en seco. |