Las hojas del trigo se componen básicamente
de dos partes: una vaina hendida longitudinalmente, que envuelve una porción
del tallo por sobre el nudo, y una lámina relativamente larga y
angosta, cuya dirección sigue más o menos la horizontal.
Las primeras dos hojas, una vez ocurrida la emergencia, aparecen en forma
relativamente rápida (Figura 4). Las hojas siguientes van aumentando
en tamaño, siendo las de la parte media y alta de cada tallo, las
más anchas (2 a 3 cm) y las de mayor longitud (25 a 30 cm).
Plantas al estado de una, dos y tres hojas, respectivamente. |
Entre la lámina y la porción
envainadora de la hoja aparece la lígula, que corresponde a una
lengüeta membranosa y transparente (Figura 5); su forma y tamaño
también son útiles para diferenciar las especies de cereales
durante los estados vegetativos.
Componentes de una hoja de trigo. |