El primer internudo del tallo principal se elonga a partir del punto de unión del mesocotilo con el coleoptilo. En la medida que el primer internudo se aproxima a la superficie del suelo, comienza a evidenciarse una pequeña protuberancia en su parte apical; esta protuberancia, que corresponde al primer nudo que asomará sobre el nivel del suelo, marca el comienzo de la fase de encañado.
La etapa de encañado podrá
determinarse en forma oportuna en la medida que haya una atención
permanente sobre el desarrollo del cultivo; sólo así podrá
detectarse el primer nudo antes de que se haga presente sobre la superficie
del suelo. En ese momento es posible visualizar la futura espiga, la cual
se encuentra justo sobre dicho nudo, presentando un tamaño de aproximadamente
5 mm. De ahí en adelante se produce un rápido crecimiento
de los tallos, los cuales, durante la etapa de encañado, van estructurándose
en base a la formación de nuevos nudos e internudos (Figura 7).
Planta de cebada en etapa de encañado. |