Una hembra para que sea fértil debe tener en perfecto funcionamiento su aparato reproductivo, desde el punta de vista de la producción de hormonas como de la formación de óvulos.
Si la hembra no presenta sus ciclos en forma regular se puede pensar en algún problema reproductivo. Por otro lado hay factores que afectan la fertilidad en la hembra, como la alimentación. Una mala alimentación, por ejemplo baja en energía, afectará la producción de hormonas y una ración desbalanceada además, traerá trastornos metabólicos y por lo tanto reproductivos.
En los mamíferos, al presentar desarrollo embrionario interno, están más expuestos a infecciones uterinas, por ejemplo a causa de la retención de la placenta, esto puede traer una infección interna (metritis) y causar serios problemas reproductivos.