Las plantas originadas a partir de tubérculos,
por provenir de yemas y no de semillas, carecen de radícula; sus
raíces, que son de carácter adventicio, se originan a partir
de yemas subterráneas (Figura 3). Estas raíces se ubican
en la porción de los tallos comprendida entre el tubérculo
semilla y la superficie del suelo (Figura 3); por esta razón, el
tubérculo debe ser plantado a una profundidad tal, que permita una
adecuada formación de raíces y rizomas.
Tubérculo con un tallo que muestra el crecimiento de raíces adventicias. Para mayor claridad en la observación de las raíces, se eliminó un segundo tallo que existía en la planta. |