Cada inflorescencia corresponde a un racimo
principal compuesto de racimos secundarios (racimo de racimos). En la inflorescencia
se pueden distinguir tres componentes principales: el eje, compuesto por
un pedúnculo y un raquis, las brácteas y las flores.
En el extremo apical del pedúnculo
se desarrolla la primera tríada floral que dará lugar al
primer racimo secundario. A partir de éste, el racimo principal
continúa elongando a través de un raquis, en el cual pueden
desarrollarse entre una y dos tríadas florales más, completándose
en definitiva dos a tres racimos secundarios (Figuras 27 y 28).
Figura 27. | Componentes principales de una inflorescencia (racimo de racimos). |
Figura 28. | Parte de un racimo principal mostrando dos racimos secundarios. |
En cada tríada floral dispuesta
en el racimo principal, las dos yemas laterales producen una flor cada
una (Figura 29); cuando las dos vainas provenientes de las flores laterales
ya están desarrolladas, puede expresarse una tercera flor en la
posición central (Figura 29).
Figura 29. | Desarrollo de una tríada floral. |