La flor del frejol, que es una típica
flor papilionácea, presenta un pedicelo con pelos uncinulados; el
cáliz es gamosépalo y en su base hay dos bractéolas
verdes y ovoides que persisten hasta poco después de la floración
(Figura 24). La corola, por su parte, es pentámera y en ella se
pueden distinguir las siguientes partes: el estandarte o pétalo
posterior, que es glabro y simétrico, las alas, que corresponden
a los dos pétalos laterales y la quilla, que está formada
por los dos pétalos anteriores, los cuales se encuentran totalmente
unidos (Figura 24). La quilla, que es asimétrica, se presenta en
forma de espiral muy cerrado, envolviendo completamente al gineceo y al
androceo (Figura 25).
Figura 24. | Componentes de una flor de frejol. |
Figura 25. | Componentes del androceo y del gineceo. |
El androceo está formado por nueve
estambres soldados en la base y por un estambre libre llamado vexilar,
que se encuentra al frente del estandarte. El gineceo súpero incluye
el ovario comprimido, el estilo encurvado y el estigma interno. La morfología
floral del frejol favorece el mecanismo de autopolinización; en
efecto, las anteras están al mismo nivel que el estigma y, además,
ambos órganos están envueltos completamente por la quilla.
Al ocurrir la dehiscencia de las anteras (antesis), habitualmente
con las flores aún cerradas (Figura 26), el polen cae directamente
sobre el estigma; una vez ocurrida la polinización se produce una
rápida apertura de las flores (Figura 26).
Figura 26. | Estados de desarrollo de una flor. |