La mano vaginal se enguanta y
generalmente es la mano izquierda.
Se introducen uno o dos dedos, separando los labios
vulvares.
Facilmente se detectará el cuello y se
observará su posición, consistencia y
características del orificio cervical. Se rodea el
cuello recorriendo los fondos de saco vaginales que son
cóncavos. Se anotará si esta maniobra produce
dolor.