Conjunto de fenómenos fisiológicos que provocan la salida del utero materno de un feto y sus anexos. |
Expulsión de la placenta y membranas despues del parto. |
- Membranas
Fetales
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Como vimos en la unidad 2, las vellosidades
primarias están formadas por sincitio y citotrofoblasto, las
vellosidades secundarias presentan además un centro de mesoderma
extraembrionario y las vellosidades terciarias contienen vasos sanguíneos
en su interior. De acuerdo a su extensión, se distinguen, por
un lado vellosidades libres las cuales se extienden desde el tronco vellositario y no se fijan en la concha citotrofoblástica
y flotan en el espacio intervelloso o cámara hemática,
bañadas por la sangre materna, y por otro, las vellosidades ancla;
que llegan hasta la envoltura citotrofoblástica y, a través
de ella, hasta la decidua permitiendo la fijación del embrión.
En las primeras semanas del desarrollo, las vellosidades cubren toda la superficie del corion.
A medida que crece el amnios se reduce concomitantemente la cavidad coriónica y finalmente en el polo abembrionario se produce la unión de la decidua, el corion liso y el amnios.
La placenta posee
un componente materno, la decidua basal y un componente fetal, el corion
frondoso. En su desarrollo, la placenta presenta tres etapas:
Hacia el lado materno de la placenta, los tabiques deciduales delimitan 15 a 20 áreas poligonales, llamadas cotiledones, en cuyo interior se encuentran las vellosidades libres, que contiene en su interior capilares con sangre fetal, bañadas por la sangre materna.
Entre la sangre fetal
y materna se encuentra un tabique de tejido fetal que establece la barrera
placentaria. Esta barrera está formada por:
La barrera
placentaria es bastante permeable y a partir del cuarto mes se adelgaza
considerablemente debido a que se reduce la capa de mesoderma y de citotrofoblasto
que la forman.
Las funciones de la placenta son:
La placenta de término,
tiene forma de disco de 15 a 25 cm. de diámetro, 3 cm. de espesor
y pesa alrededor de 500 grs. Después del parto,
se separa la decidua incluyendo la capa compacta y esponjosa quedando en el útero
la capa basal y la placenta es expulsada, fenómeno denominado
alumbramiento.
Al examinar la placenta por el lado materno, se aprecian los relieves
que marcan los cotiledones y por el lado fetal se observa la placa coriónica
donde se encuentran gruesas arterias y venas, los vasos coriónicos,
que convergen hacia el cordón umbilical.
Hacia el final del embarazo la placenta presenta cambios, aumentando el tejido fibroso en el centro de las vellosidades y el depósito de un tejido fibrinoide en las superficies de las vellosidades.
Como hemos visto anteriormente,
a partir del tercer mes el amnios y la cavidad amniótica crecen
englobando al feto, el cual flota en el líquido amniótico
producido por el amnios. Esto tiene una acción de protección,
permite los movimientos fetales y evita que se formen adherencias en
el feto. El amnios puede ser separado del resto de las membranas fetales, apareciendo
transparente, firme y avascular. El líquido amniótico
es transparente como agua de roca, inicialmente producido por las células
amniogénicas, y después del tercer mes, el componente
principal lo constituye la excresión urinaria del feto, la secreción
pulmonar y en menor medida el filtrado de los tejidos placentarios.
El volumen del líquido amniótico al final del embarazo
es de alrededor de 800 ml y a partir del quinto mes el feto deglute
volúmenes importantes de él, agregándose, consecuentemente,
volúmenes de orina fetal al líquido amniótico.
El líquido amniótico se recambia cada cuatro horas. También
flotan en el líquido células fetales descamadas, las cuales
pueden ser aspiradas para su estudio mediante una amniocentesis o punción
del saco amniótico.
La existencia de volúmenes bajos de líquido amniótico para cualquier edad gestacional, denominado oligohidroamnios, es indicativo de:
Por otro lado, volúmenes altos de liquido amniótico, llamado polihidroamnios o hidroamnios, se presenta en casos de diabetes mellitus gestacional, malformaciones como la atresia esofágica o anomalías graves como la anencefalia (falla en el cierre del neuroporo anterior) y otras patologías.
El saco vitelino y
el alantoides, cuyos restos pueden encontrarse en el cordón umbilical,
representan anexos embrionarios que involucionan en la especie humana.
El saco vitelino secundario (la yema del huevo de los ovíparos),
no tiene en el hombre una función nutritiva. Sin embargo, su
importancia radica en que en la pared del saco vitelino se alojan
y migran hacia las crestas genitales las células germinativas
primordiales que darán origen finalmente a los gametos. Además,
en la pared del saco vitelino se diferencian los primeros elementos
sanguíneos embrionarios. Durante el desarrollo, parte del saco
vitelino secundario formará el intestino primitivo y, a medida
que el amnios crece y se desarrolla la pared corporal, el saco vitelino
se reduce progresivamente quedando sus vestigios incluidos en el cordón
umbilical. El alantoides, pequeño divertículo del saco
vitelino que se extiende hacia el pedículo de fijación,
si bien carece de función en el hombre, es importante porque
los vasos sanguíneos que se desarrollan en su pared se transformarán
en los vasos umbilicales. Después del segundo mes el alantoides
involuciona y forma un tubo membranoso, el uraco, conectado con la vejiga
urinaria, elemento que está incluido también en el cordón
umbilical.
|
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
|