1. Cerebro
  2. Libración de vasopresina
  3. Riñón, donde la vasopresina provoca retención de agua y sodio. El riñón libera renina
  4. La renina actúa sobre al angiotensinógeno del plasma y a través de varias reacciones llega a angiotensina II (Ang II)
  5. Vasos sanguíneos, se contraen por efectos de ang II y norepinefrina de origen simpático
  6. Terminales simpáticos
  7. Corazón
  8. Arterias
  9. Venas
  10. Glándulas endocrinas
  11. Médula adrenal
  12. Riñóñ
  13. Circulación
  14. Adrenalina
  15. Nervio rojo
  16. Conductas
  17. Consumo de bebidas

El sistema cardiovascular es esencial en el funcionamiento del organismo debido a las múltiples tareas con la cuales se involucra, entre ellas la homeostasis, las funciones del sistema nervioso y las conductas.

La homeostasis cardiovascular es el proceso por el cual el funcionamiento del sistema cardiovascular se mantiene en un nivel de eficiencia funcional adecuado a las condiciones que cada conducta requiere. El sistema esta formado por el corazón y los vasos sanguíneos y su tarea fundamental es asegurar la circulación óptima de la sangre en los diferentes órganos del cuerpo. Esta tarea la cumple empleando un volumen fijo de sangre, alrededor de 6-8% del peso corporal. Es decir, una persona de 70 Kg. de peso corporal tiene entre 5.0 y 5.5 l de sangre. ¿Qué variable se regula para lograr la homeostasis cardiovascular?

El aparato circulatorio esta diseñado como un circuito cerrado a través del cual se distribuyen en distintos territorios volúmenes diferentes de sangre lo cual se logra evitando la acumulación de sangre en cualquier territorio en particular. La sangre circula debido al efecto generado por el trabajo cardíaco combinado con las propiedades mecánico-elásticas de los vasos sanguíneos. En este sistema, la sangre circula ejerciendo en cada parte del circuito cardiovascular una fuerza sobre la pared de los vasos. Esa fuerza es la presión sanguínea y es el parámetro que el organismo registra y controla en cada instante a través de detectores de presión, presorreceptores, ubicados en determinados puntos del aparato cardiovascular. Esta información es manejada por un sistema de control representado por neuronas ubicadas a nivel hipotalámico, las cuales a través del sistema nervioso autónomo regulan la actividad cardíaca y la de los vasos sanguíneos.

El sistema de control esta jerárquicamente organizado y existen en él, diversas instancias que interactúan entre sí. En un primer nivel, la presión se regula automáticamente por reflejos barorreceptores. A este mecanismo se pueden agregar otros que son activados por estímulos provenientes del medio interno y del medio ambiente pero que serían integrados a nivel hipotalámico para ajustar la presión a las necesidades conductuales.

El nivel de presión, la presión sanguínea media, es el parámetro circulatorio que el sistema de control toma como referencia para regular la circulación pero, además, en los distintos territorios del organismo existen controles locales que permiten ajustar el flujo sanguíneo a las necesidades locales.

Además del cerebro regulan la presión otros sistemas:

el sistema renina-angiotensina. La renina en una enzima renal que genera a partir del angiotensinógeno de la sangre una substancia, la angiotensina, que actúa sobre los vasos sanguíneos aumentando la presión sanguínea. También modifica el volumen sanguíneo al aumentar, a nivel renal, la retención de líquido a través de una mayor retención de Na+. En el cerebro también actua la angiotensina estimulando la actividad de la división simpática del sistema nervioso autónomo.

Características de la homeostasis cardiovascular