Vasco da Gama y el primer viaje europeo a la India
Lisboa Mozambique De regreso en el océano Indico Calicut

 


Lisboa
El histórico viaje a la India se inició en Lisboa el 8 de julio de 1497. El intrépido capitán de la flotilla de cuatro barcos que esperaba la orden para zarpar se llamaba Vasco da Gama y todavía no cumplía los treinta años. Su misión era la de continuar por la ruta abierta diez años antes por Bartolomé Dias y alcanzar las Indias Orientales, donde se esperaba acceder a las valiosas especias. Entre la tripulación había hombres que contaban con una vasta experiencia náutica, como el piloto de la nave capitana -la San Gabriel de 120 toneladas-, quien ya había acompañado a Dias en su periplo.
Junto a la nao San Gabriel, la expedición se componía por la nao San Rafael de 100 toneladas y comandada por Paulo da Gama (hermano de Vasco), la carabela Berrio de 50 toneladas al mando de Nicolás Coelho y la pequeña nave San Martín, cargada de municiones, cuyo capitán era Pedro Nuñez. El total de la tripulación ascendía a unos 150 hombres.

 


Mozambique
En diciembre de 1497, "...después de ver sólo miles de kilómetros de mar abierto y de regiones desoladas, [la expedición] enfiló hacia el bullicioso puerto de Mozambique, donde estaban anclados enormes barcos mercantes de formas extrañas y en cuyos muelles y malecones regateaban comerciantes árabes y nativos. En vez de hallar jefes nativos que parlotearan con gran emoción a la vista de un puñado de campanillas o de abalorios, le dio la bienvenida un sultán que vio con desdén los géneros y mercancías que llevaban los portugueses y a quien parece ser que sólo interesaba la púrpura, tela que da Gama no llevaba.
A pesar del golpe que para él significó este encuentro con el lujo, da Gama no perdió su optimismo. Uno de sus marineros, que había aprendido algo de árabe durante el tiempo en que fue prisionero de los moros, averiguó que mucho más al norte había grandes puertos en los que se comerciaba con especias, perlas y rubíes. ... Por ello, tras contratar un piloto local, da Gama prosiguió su viaje haciendo directamente rumbo hacia el norte". (Fuente: Atlas Culturales del Mundo. La Edad de la Exploración, Ed.Folio, Barcelona, 1994, pág.38.)

 


Calicut
El día 20 de mayo de 1498, Vasco da Gama arribó al puerto de Calicut, que desde el siglo XIV era el principal mercado para el comercio de especias, piedras preciosas y perlas. Quienes dominaban este comercio eran los árabes, cuyo modus operandi consistía en adquirir a bajo precio estos productos, conducirlos por las rutas caravaneras hacia el mundo mediterráneo y, una vez allí, venderlos a los comerciantes italianos los cuales, a su vez, los distribuían en Europa.
La llegada de da Gama por supuesto que inquietó a los comerciantes musulmanes, quienes procuraron enemistar a los portugueses con los jefes indios de Calicut (los Samuri). No es pues de extrañar que desde un punto de vista puramente comercial, el tiempo que estuvo da Gama en Calicut fuera completamente infructuoso. Le costó mucho vender sus mercancías y adquirir los productos que el rey de Portugal esperaba recibir. Incluso desbarató un complot para asesinarlo y con amargura comprobó que la población local hindú no tenía mayores problemas con los árabes. Tampoco pudo fundar una factoría, por lo cual, tras tres meses de estadía en Calicut, resolvió regresar a Europa. De todas formas, da Gama fue el primer navegante del Viejo Mundo en llegar por mar a la India, lo que le fue reconocido una vez en casa.

 


De regreso en el Océano Indico.
A fines de agosto de 1498, Vasco da Gama inició el retorno a Portugal. La navegación por el océano Indico demoró tres meses que a los hombres le parecieron una eternidad. Sufrieron calmas, vientos contrarios y, especialmente, el escorbuto. Según relata Alvaro Velho, uno de los tripulantes, en su diario, "aconteció, que a muchos se les hinchaban los pies, las manos, y les crecían tanto las encías, que cubrían los dientes, y así no podían comer". El escorbuto acabó con muchos marinos, al punto que la nao San Rafael tuvo que ser abandonada cerca de Mombassa por falta de hombres para maniobrarla. Las penurias prosiguieron y hubo que detenerse en Melinde para reponer fuerzas. Con sólo dos barcos se reanudó la travesía hasta fondear en la Guinea portuguesa.
Cuando en septiembre de 1499 da Gama entró en la bahía de Lisboa, había estado ausente más de dos años y había navegado 24.000 millas náuticas (44.500 kilómetros). La mayor parte de sus hombres había perdido la vida, entre ellos su hermano Paulo, pero se había abierto la ansiada ruta a la India que reportaría a Portugal más de algún beneficio futuro.