DOLOR

El dolor en los niños, es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño físico real o potencial, difícil de valorar, más aún si se debe precisar su intensidad, duración, características, lugar de origen y su etiología.

El dolor como percepción real se produce en toda herida en que hay zonas de distensión, en otros casos, cuando la destrucción es mayor aún, las heridas son indoloras. Ambas situaciones hay que enfrentarlas al tratar una herida.

Casi todos los centros nerviosos del organismo pueden verse afectados por sensaciones que se originan en la piel, produciendo placer o displacer al quedar las terminaciones nerviosas expuestas a la temperatura ambiental.

Tal como ocurre en las heridas con daño superficial de la dermis o piel (capa papilar), se produce un intenso dolor al quedar las terminaciones nerviosas expuestas a la diferencia de temperatura, por compresión o por estímulo directo. Esto es lo que ocurre en las quemaduras tipo A.

Si el daño ocurre en ambas capas de la dermis o piel ( capa papilar y capa reticular) y se destruyen estas fibras, la persona no presenta dolor en la zona. Esto significa que la lesión es profunda, como sucede en las quemaduras tipo B.