Procedencia de los residentes de las ciudades o burgos
Próspero comerciante junto a su esposa contemplando el movimiento mercantil del puerto.
"De dónde procede el habitante del burgo?
Viene de abajo, de la llanura, de la servidumbre. Pero ya no es el siervo de la gleba adscrito ‘como buey sin cuerno’ a la tierra señorial. Algunos desertaron del campo enganchándose en los barcos italianos y escandinavos. Solían mirar hacia el burgo llenos de esperanzas. Un expresivo proverbio germánico corría entonces de boca en boca: ‘El aire de la ciudad hace libre al hombre’. Gran número de localidades habían conquistado cláusulas similares a las arrancadas por Lorris a Luis VII: ‘Y cualquiera que haya vivido un año y un día en la parroquia de Lorris quedará libre y no será molestado’, por el señor de la tierra de donde venía. ...
La libertad fue el primer privilegio logrado por la burguesía, que mejoró a unas cuantas personas de esa clase. Se trataba de una libertad nada platónica, sino de un instrumento jurídico y práctico, que no sólo le servía para desarrollar el comercio; concedíale libertad para trasladarse a cualquier sitio, portando sus mercancías, libertad para contratar, libertad para testar, libertad para traspasar su fortuna, etc. ...". Fuente: Volodia Teitelboim, El amanecer del capitalismo y la conquista de América, Ed.Casa de las Américas, La Habana, 1979, pág.32.