La primera descripción de los nativos americanos


El Almirante (Colón), viéndolos tan buenos y simples y que en cuanto podían eran tan liberalmente hospitales, y con esto en gran manera pacíficos, dióles a muchos cuentas de vidrio y cascabeles, y a algunos bonetes colorados y otras cosas, con que ellos quedaban muy contentos y ricos. El cual, en el libro de esta su primera navegación que escribió para los Reyes Católicos dice de aquesta manera: "... En fin, todo lo tomaban y daban de aquello que tenían, de buena voluntad; mas me pareció que era gente muy pobre de todo; ellos andaban todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vide más de una, harto moza, y todos los que yo vide eran mancebos, que ninguno vide que pasase de edad de treinta años, muy bien hechos, de muy hermosos y lindos cuerpos y muy buenas caras, los cabellos gruesos casi como cerdas de cola de caballos y cortos... Ellos no traen armas, ni las cognoscen, porque les amostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro; sus azagayas (lanzas) son unas varas sin hierro, y algunas dellas tienen al cabo un diente de pece, y otras de otras cosas. Ellos todos a una mano son de buena estatura de grandeza, y buenos gestos, bien hechos. Ello deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía, y creo que ligeramente se harían cristianos, que pareció que ninguna secta tenían".


Fuente: Fray Bartolomé de las Casas, Historia de las Indias, Libro I, Capítulo XL, Ed.F.C.E., México, 1951, pág.204.
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