![]() Los mayas, al igual que los aztecas, tuvieron profecías que anunciaban la llegada de forasteros o dzules; profecías recogidas en los libros del Chilam Balam (crónicas mayas redactadas durante la conquista en idioma castellano). Según los sofisticados calendarios elaborados por los sacerdotes mayas se avecinaba un período donde "vendrá quien conozca la sucesión de las épocas". Ahora bien, mientras en Guatemala se pensó en primera instancia que los españoles eran dioses, en Yucatán los llamaron dzules desde un principio. |
![]() Al no existir una articulación política central, las reacciones mayas frente al invasor variaron mucho de una región a otra. A raíz de ello, la resistencia se extendió en ocasiones por mucho tiempo, quedando testimonios de este proceso en distintas relaciones indígenas. Se narran, por ejemplo, las campañas de Alvarado, apodado Tonatiuh (dios Sol) por su cabello y barba rubios, en contra de los quichés y los cakchiqueles violentamente avasallados. Abundan las descripciones de los combates, del valor desplegado por los jefes mayas como Tecum Umán y de la amargura por la derrota. |
![]() A pesar que la conquista española se vio coronada por el éxito, muchas comunidades mayas sobrevivieron este período, conservando sus tradiciones e idioma en pleno siglo XX. Para ellos la resistencia contra los usurpadores de sus territorios y los responsables de sus pésimas condiciones de vida continúa. Así, lo que ocurre desde 1995 en Chiapas no constituye un fenómeno casual; muy por el contrario señala una larga continuidad en la historia maya. |