"Los sacerdotes incas parece que fueron más importantes a comienzos del imperio, cuando tuvieron cargos hereditarios e intentaron apoderarse de la administración. Derrotados por los nobles, tuvieron que ceder sus prerrogativas, entre ellas la de dar acceso en su oficio a gentes del pueblo. Su pontífice era Villca Humu, hermano o primo del Inca, a quien todos rendían honores. Debía ser célibe...y se alimentaba sólo de hierbas, bebía únicamente agua y ayunaba hasta ocho días seguidos. Vivía en el campo, cerca de la capital, y vestía una túnica de lana, larga hasta los tobillos, y una manta gris, marrón o negra. en las ceremonias se cubría con una manta blanca y se adornaba con un pectoral de oro en forma de media luna, con brazaletes y ajorcas de oro y con una tiara del mismo metal, en la que figuraba el símbolo solar. Era el juez supremo de todo lo religioso y presidía un Consejo Supremo formado por ocho o diez altos sacerdotes. Nombraba, al parecer, al alto clero, el cual a su vez designaba al subalterno.
Los sacerdotes comunes eran los Hatun Villca, encargados del culto u de los sacrificios. Sus tareas más importantes eran la adivinación y la confesión de los fieles. Bajo ellos estaban los humus o nacac, que eran sacerdotes temporales. Finalmente, estaban los sirvientes de éstos, llamados legos por los españoles".
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