El calendario ritual o tonalpohualli.

"Consiste en la unión de una serie de veinte signos, con otra serie de números de 1 a 13, combinándose los signos y los números de tal manera, que siguen ambas series un orden invariable y que no se repite la misma combinación de signo y número, hasta que han transcurrido trece por veinte, o sea 260 días. Así, la serie de los signos es la siguiente: lagarto, viento, casa, lagartija, serpiente, muerte, venado, conejo, agua, perro, mono, hierba, caña, tigre, águila, zopilote rey, temblor, pedernal, lluvia y flor. La serie de los trece números va en su orden normal: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13.

Combinando ambas series se obtiene para el nombre del primer día, 1 lagarto; para el segundo, 2 viento, hasta llegar al día 13 caña. Cuando se ha llegado al día flor, se vuelve a contar el día lagarto con el número que le corresponde.

Este calendario ritual (de 260 días) es una de las invenciones más originales de las culturas indígenas de Mesoamérica. Es antiquísimo, pues lo encontramos usado ya en Oaxaca con la primera cultura que florece en los valles, la que llamamos Monte Albán I, varios siglos antes de la era cristiana y forma la base esencial de todos los otros cómputos calendáricos de mayas, zapotecos, mixtecos, totonacos, huastecos, teotihuacanos, toltecas, aztecas, etc.".


Fuente: Alfonso Caso, El pueblo del Sol, Ed.F.C.E., México, 1953, pp.86-87.
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