Las guerras floridas.

Represententación de las guerras religiosas

Tenochtitlán y Tlaxcala, ciudad ubicada a 120 kilómetros de la capital azteca, se enfrentaron durante más de un siglo en las llamadas "guerras floridas". Reciben este nombre porque eran guerras rituales en donde los combatientes se distinguían por sus tocados multicolores que simbolizaban la fuerza del jaguar y la intrepidez del águila. En el caso de los aztecas, estas guerras tenían como principal objetivo la captura de prisioneros para ser sacrificados al dios Huitzilopochtli en el Templo Mayor de Tenochtitlán. La sangre de los sacrificados era considerada el zumo vital que alimentaba y daba fuerza a su dios tutelar, el cual todas las noches tenía que vencer las tinieblas y volver triunfante a iluminar por las mañanas al mundo azteca.


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