"Los esclavos llegan muertos"

Barbados, 1729.- Las tentativas esporádicas que se han hecho para mejorar las condiciones de la travesía de los esclavos desde el África y limitar la cantidad de negros en cada viaje, han terminado en un rotundo fracaso; el afán de lucro de las compañías resultó más fuerte.

Los esclavos vienen hacinados en los barcos, expuestos a contraer enfermedades fatales, de manera que los que se encargan de inspeccionarlos por la mañana deben desencadenar los cadáveres para separarlos de los cuerpos de sus compañeros de infortunio.

La mortandad es elevada; se estima en alrededor de un 20 por ciento. De ahí el nombre de "tumbeiros" (ataúdes) con el que se designa a los barcos negreros.

Por otra parte, debe señalarse que el valor de los esclavos se ha incrementado notoriamente en los últimos tiempos, ya sea por su escasez o por las exigencias de los intermediarios africanos.

El precio de una pieza de India (término que se aplica a uno o varios negros, según su calidad) se estima en barras de hierro, el medio de pago más común en la costa africana y equivale entre dos y seis chelines, según el lugar.

En este año cada esclavo se vende en la costa africana a un promedio de 40 a 50 barras, lo que significa alrededor de unas 15 libras esterlinas. Estos esclavos, al llegar a América, pueden costar entre 40 y 50 libras esterlinas, lo que explica el ahínco con que las compañías comerciales defienden sus intereses.


Fuente: Noticias de la Historia, Nš14, p.8.

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