Consiste en golpear un objeto contra otro, produciendo vibraciones que generan ondas sonoras. Así, los dedos actúan como martillo y las vibraciones se producen por su impacto sobre un tejido subyacente.
Las ondas sonoras así producidas se oyen como "tonos de percusión" (resonancia).
La intensidad de los tonos de percusión está determinada por la densidad del medio a través del que viajan las ondas sonoras. Cuando más denso es el medio, más leves son los tonos.
El tono de percusión es intenso sobre aire, menos intenso sobre líquido y leve sobre las zonas sólidas.
Los tonos de persución se clasifican según grado de intensidad:
Timpánico (intensidad fuerte, por ejemplo cámara de aire del estómago). Resonante (intensidad fuerte, por ejemplo tejido pulmonar sano). Mate (intensidad entre lijera y modera, por ejemplo sobre el hígado). Plano (intensidad lijera, por ejemplo sobre músculo).