Implica el empleo de las manos y los dedos para recoger información mediante el tacto de ciertas características de las estructuras corporales, por debajo de la piel, con relación a tamaño, forma, textura, temperatura, humedad, pulsos, vibraciones, consistencia y movilidad.

El dorso de la mano es útil para estimar temperatura ya que su piel es más fina. Las puntas de los dedos se utilizan para determinar textura y tamaño, ya que ellos concentran las terminaciones nerviosas y la cara palmar de las articulaciones del metacarpo, son más sensibles a vibraciones, por lo que son eficaces en la detección de fenómenos como peristaltismo intestinal.