1 camilla o cuna.

Pañales de género.

1 Balanza.
(ver)

1 Huincha de medir.

1 Podómetro.
(ver)

1 Termómetro axilar y uno rectal. (ver)

Vaselina.

Algodón.

1 Estetoscopio con campana. (ver)

1 Oftalnoscopio.
(ver)

1 Fonendoscopio.
(ver)

1 Otoscopio.
(ver)

Manguitos pediátricos.
(ver)

1 Esfingomanómetro.
(ver)

Bajalengua.

1 linterna.
(ver)

Reloj con segundero.

Papel o toalla deshechable .

Hojas de registro.

Cuaderno de indicaciones.

Lápiz pasta rojo y azul.




Para preparar el ambiente se debe considerar el uso del color, elementos familiares para el niño, espacio seguro y libre de riesgo, que permita el desplazamiento normal del niño.

Reunir la totalidad de los materiales, ha ser usados en el examen físico.

Idealmente, usar papel desechable para cubrir la camilla, reemplazándolo cada vez que se termina de atender a un niño.




Antes de iniciar el examen físico del niño, es necesario que consideres la preparación del ambiente, tratando que sea seguro.

La preparación del ambiente, favorecerá el logro de los objetivos que se proponene en la valoración. Por lo tanto, es importante el tiempo que se emplea en ello.

Las salas de espera son importantes de considerar, es ideal que los niños permanezcan el menor tiempo aquí y ojalá los niños sanos estén separados de los enfermos. En estas situaciones el niño debe tener objetos propios y cercanos, especialmente en el hospital.

Te recomiendo que todas las acciones de valoración que necesites realizar, en lo posible se efectúen en los brazos de uno de los padres con el fin de dar tranquilidad y confianza al niño.

En cuanto a la temperatura ambiental, recuerda que el niño tiene dificultad para mantener la termorregulación.

Es importante considerar que la privacidad no es una condición indispensable para la valoración del niño. Se han desarrollado ambientes que permiten la atención de varias madres e hijos con el fin de optimizar los recursos y permitir la educación grupal y el apoyo entre las madres.

En cuanto a los ruidos, suelen ser parte del ambiente pediátrico. Si el niño llora debes tratar de calmarlo, evitando subir el tono de la voz, para mantener un ambiente saludable.