Se producen por presión o tracción exagerada del pezón o por roce de la lengua en la punta del pezón en caso de succión disfuncional.
Cuando la madre presenta grietas en el pezón, estas pueden ser de dos tipos dependiendo de la profundidad de la lesión:
Grietas superficiales
Grietas profundas
Grietas superficiales
Son aquellas lesiones que no sangran una vez corregida la técnica de amamantamiento y de succión.
Manejo de grietas superficiales
- Lo principal es corregir técnica de amamantamiento para lograr un adecuado acoplamiento de la boca del niño con el pezón de la madre.
- Amamantar con mayor frecuencia, para evitar la congestión.
- Comenzar cada alimentación con el lado menos afectado.
- Estimular el reflejo de eyección de leche, previo a la succión del niño.
- Extraer leche manualmente si la areola está tensa, antes de acoplar el niño al pecho.
- Amamantar en posición que permita control de la cabeza y la mama e introducir gran parte de la areola en la boca del niño.
- No se deben usar cremas cicatrizantes, ya que mantienen la zona excesivamente húmeda y como deben ser eliminadas antes de amamantar al niño, remueven el tejido cicatrizal en formación.
- Después de amamantar, cubrir areola y pezón con leche materna y dejar secar al aire y exponerlos al sol o al calor seco (ampolleta), por 10 minutos 3 veces al día.
- Se usa con mucho éxito la hoja de matico para favorecer la cicatrización (la hoja de matico debe ser lavada prolijamente con agua corriente y detergente. Se enjuaga, se seca y se aplica directamente sobre la grieta después de cada mamada).
- La madre puede requerir analgésicos suaves (paracetamol) o antiinflamatorios (ibuprofeno).
- Citar a la madre en 3 días a control para evaluar la progresión de la cicatrización.
Grietas profundas
Son aquellas lesiones que a pesar de utilizar la técnica correcta de amamantamiento se vuelven a abrir con la mamada y sangran.
Manejo grietas profundas
- Suspender la lactancia directa durante 24 – 48 hrs.
- La madre debe extraerse manualmente la leche cada 3 horas.
- Administrar la leche extraída al niño con suplementador al dedo o vasito.
- Aplicar en los pezones el mismo tratamiento que en las grietas superficiales.
- Citar a la madre a control para volver a amamantar directamente bajo supervisión.
- Si la grieta no cicatriza sospechar de sobreinfección micótica.
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