En la
evolución del ser humano, la alimentación, ha
sido siempre una de sus preocupaciones fundamentales. Es una
necesidad básica y que no es derivable a
ningún sustituto. Hoy en día gracias a los
avances tecnológicos de la industria alimentaria, es
posible disponer de alimentos casi todo al año,
independientemente del momento y ubicación
geográfica de su producción.
El ser humano desde el
instante mismo de su concepción requiere de una serie
de elementos que le permitirán crecer y
desarrollarse. Estos elementos en las primeras etapas son
proporcionados por el mismo embrión, sin embargo
estas reservas se agotan rápidamente, y el ser en
gestación debe obtenerlos desde su madre quién
se los proporciona a través de la placenta. Una vez
que el niño nace es ella la que continúa
proporcionándoselos mediante la leche materna que es
el alimento especifico para el ser humano que le proporciona
todas las sustancias nutritivas que requiere el niño
durante los primeros seis años de vida.
¿Es lo
mismo alimentarse que nutrirse?
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Actualmente,
se habla indistintamente de alimentación y
nutrición como si fueran sinónimos. No
obstante, es preciso aclarar que ambos conceptos tienen un
significado diferente.
Alimentarse es un
proceso voluntario que consiste en seleccionar desde el
medio los alimentos que constituirán la dieta e
ingerirlos.
Nutrirse es un
proceso que ocurre después que los alimentos son
ingeridos, y dice relación con la utilización
que el organismo hace de ellos, ya sea para formar o reparar
estructuras, proporcionar energía, o para que
participen en procesos metabólicos, es por tanto un
proceso ajeno a la voluntad de la persona.
Un buen estado de salud
depende de una buena nutrición, la que se obtiene
mediante una alimentación adecuada, que, a su vez
depende en buena medida de la calidad de la
producción de los alimentos y del desarrollo
alcanzado por la comunidad. Estableciéndose
así un circulo como se aprecia en el siguiente
esquema:
Para el
cuidado de salud es de vital importancia, como se
mencionó anteriormente tener una adecuada
alimentación. Lograr este objetivo, depende de una
serie de factores estrechamente ligados entre sí. El
estado nutricional de una persona es determinado
directamente por la cantidad y calidad de los alimentos que
ingiere (consumo), y por las condiciones de su organismo
para aprovechar adecuadamente dichos alimentos
(utilización biológica). Sin embargo para que
la persona pueda consumirlos, estos deben estar disponibles
en el medio (o mercado). A su vez cada uno de estos factores
se ven influenciado por otros como se analizan a
continuación.
A continuación se analizan por separado cada uno de
estos factores
Disponibilidad
de Alimentos
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Los
alimentos pueden tener varios orígenes:
Vegetales, animales o
derivados de éstos, tales como la miel, la leche, los
huevos.
Otros factores que
influyen en la producción de los alimentos son el
trabajo humano y la tecnología. Conviene recordar que
muchas veces esta producción no esta dirigida solo al
consumo humano sino también animal y para reservas
que aseguren una futura producción. Otros factores
que influyen en la disponibilidad de alimentos son el
comercio exterior (exportación e importación),
la industria alimentaria (elaboración, procesamiento
y conservación de alimentos) y las políticas
que regulan estos factores.
Influyen
en los patrones de demanda y consumo de alimentos no
sólo la existencia de alimentos disponibles en el
mercado, sino también el tamaño y
composición de la familia, la educación e
información, los hábitos y creencias
alimentarias, la urbanización, y en forma muy
importante, el nivel de ingresos, que según los
precios del mercado, se traduce en una mayor o menor
capacidad de compra de alimentos.
- Nivel de ingreso y
capacidad de compra de alimentos
La dieta consumida por
las familias depende fundamentalmente del nivel de
ingreso. En los más bajos, las necesidades
energéticas son cubiertas principalmente por
cereales (trigo, arroz o maíz), raíces,
tubérculos y algunas leguminosas. A medida que se
eleva el ingreso, aumenta el consumo de alimentos de
origen animal, azucares, grasas y aceites y se incorporan
cada vez más alimentos que han requerido de un
procesamiento industrial.
Los grupos pobres,
además de gastar gran parte de sus ingresos
(alrededor del 60%) en alimentación, compra de
alimentos de poco valor nutricional (influenciados por la
propaganda) o por variaciones estacionales de ciertos
alimentos, transformándose en factor de riesgo
para el crecimiento y desarrollo en el ciclo vital.
Algunos de estos factores son susceptibles de mejorar con
educación nutricional en determinados niveles de
ingreso.
- Conocimientos,
hábitos y creencias alimentarias
Los hábitos
alimentarios son influenciados por la tradición,
disponibilidad de alimentos, ingresos y conocimientos
adquiridos, generando un comportamiento especial en las
comunidades y grupos familiares con relación al
consumo de ellos.
Son definitivos para la
alimentación del hogar y especialmente del
niño los conocimientos que la madre tenga de las
necesidades nutricionales de los miembros de la familia,
de las suyas durante el embarazo y de los cuidados
dietéticos requeridos por el niño en el
destete y en los estados de enfermedad.
Así
también importa mucho la higiene y la forma de
seleccionar, conservar, preparar y distribuir los
alimentos al interior de la familia.
En todas las culturas,
además de mostrar preferencia por ciertos tipos de
alimentos y ciertas formas de prepararlos, la gente
exhibe prejuicios tradicionales en contra de algunos
alimentos, por ejemplo en muchas culturas se considera
que la supresión de alimentos es esencial para el
tratamiento de las enfermedades infantiles, especialmente
si hay diarrea, o hay tendencia a evitar dar a los
niños alimentos de origen animal, porque se cree
que provocan lombrices, o mezclar leche con frutas, entre
otras creencias.
- Tamaño de la
familia y distribución intrafamiliar de
alimentos:
Algunos estudios
demuestran que el tamaño familiar condiciona
significativamente el consumo familiar y en consecuencia
la cobertura de las recomendaciones calóricas y
proteicas.
Es necesario considerar
también las variaciones en el consumo de alimentos
dentro de cada familia. Si bien existen muchos estudios
al respecto se presume que la distribución
intrafamiliar de alimentos no se hace respetando las
necesidades de los más vulnerables (niños y
madres embarazadas o en lactancia). En una sociedad
"machista", el padre tendría mayor acceso a
ciertos alimentos (carne especialmente). Es recomendable
estudiar este mal hábito o costumbre pues puede
ser más grave cuando la mujer trabaja y el
número de comidas diarias disminuye.
- Patrones de consumo
de alimentos:
La dieta puede variar
mucho de un país a otro incluso también
dentro de las diferentes zonas de un mismo país;
por ello debería estudiarse localmente con el fin
de conocer la situación y orientar las acciones de
educación alimentaria-nutricional según las
condiciones especificas en cada situación.
Los patrones de consumo
de la población latinoamericana dependen
fundamentalmente de su situación
socioeconómica y nivel de educación.
Utilización
Biológica de los Alimentos
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El nivel
de salud y las condiciones ambientales son decisivas para
que el organismo pueda utilizar adecuadamente las sustancias
nutritivas contenidas en los alimentos.
El aprovechamiento
biológico de los alimentos depende del estado de
salud de la persona y en particular de la presencia de
enfermedades infecciosas o parasitarias que lo afectan
reduciendo su capacidad para absorber e incluso ingerir los
alimentos. Ellas ocasionan pérdidas de nutrientes (el
hierro, en las enfermedades parasitarias) y aumentan las
necesidades, o bien, disminuyen el apetito o perturban la
normalidad del proceso digestivo y de absorción
(vómitos y fiebre, por ejemplo).
- Estado de salud -
enfermedad y atención médica
Una buena salud,
especialmente en los niños se relaciona
generalmente con una buena utilización
biológica de los alimentos dentro del
organismo.
En nuestro país
casi no hay morbilidad y mortalidad por enfermedades
digestivas, especialmente diarreas, y por otras
patologías infecciosas susceptibles de prevenir
con mejoría de las condiciones ambientales o con
inmunizaciones.
- Educación
general, de salud y nutricional
La educación
influye sobre el aprovechamiento biológico,
capacitando las personas para utilizar adecuadamente los
bienes y servicios necesarios para mantener el estado de
salud a través de la prevención y
tratamiento de enfermedades. En estas tareas, la
producción, mantención y
conservación de los alimentos tienen especial
importancia, medidas específicas simples pueden
disminuir las enfermedades nutricionales
(educación para el autocuidado).
- Saneamiento
ambiental
El medio ambiente en
que viven las personas tiene gran influencia en su estado
nutricional sobre todo en zonas rurales y urbano
marginales, donde debieran identificarse aquellas
condiciones que interfieren en una adecuada
nutrición. Es fundamental el suministro de agua no
contaminada, sistema adecuado de disposición de
excretas y basura y la eliminación de agentes
vectores, con lo cual también se mejora la
conservación de los alimentos
- Higiene
En este aspecto es de
gran importancia la práctica de medidas
higiénicas ya que no basta sólo con
consumir los alimentos adecuados en calidad y cantidad
para satisfacer las necesidades nutricionales, sino
también es necesario que este consumo se
efectúe tomando en consideración una serie
de cuidados que tiene por finalidad evitar cualquier
contaminación de los alimentos con microorganismos
u otras sustancias tóxicas.
Estos agentes
contaminantes, además de determinar la calidad del
alimento, constituyen un peligro para la salud del
individuo, pues son causantes de enfermedades
caracterizadas por trastornos gastrointestinales, como
por ejemplo: vómitos, diarreas, fiebre, entre
otras. Todas las perturbaciones digestivas impiden la
adecuada utilización de las sustancias nutritivas
aportadas por los alimentos.
Hay diversas maneras de
contaminar los alimentos entre las que se encuentran las
malas prácticas de higiene de la persona con
relación al consumo de ellos y descuido en la
manipulación de éstos, en su almacenamiento
y en su exposición a agentes vectores (moscas,
ratas etc.).
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