En los seres vivos la información de las condiciones internas y externas es transmitida continuamente a los centros de integración, desde donde se inician las respuestas apropiadas. La comunicación y la integración de la información se realiza a través de señales químicas y corresponden al
control endocrino de la homeostasis de un individuo. Una vía más directa y rápida de comunicación está constituído por el sistema nervioso, donde las neuronas utilizan señales eléctricas, impulsos nerviosos, para conducir la información y forman parte del
control nervioso de la conducta de un individuo. Se sabe en la actualidad que hay una considerable superposición entre estos dos sistemas.
Las hormonas son moléculas que se secretan en una zona del organismo por células especializadas que forman una glándula. Las hormonas son transportadas por el torrente sanguíneo hacia otras partes del cuerpo donde actúan sobre determinados órganos y/o tejidos blanco. Las glándulas se clasifican en
exocrinas si sus productos secretados se vacían en superficies, como la piel o la cavidad estomacal y en
endocrinas si sus productos de secreción salen al intersticio desde donde difunden hacia la sangre para su posterior distribución a través del organismo.
La producción de hormonas está regulada por complejos sistemas retroactivos de alimentación, conocidos como retroalimentación positivos y negativos y que son ilustrados en el esquema de
Regulación de la Secreción Hormonal en el sistema endocrino.
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