GENERALIDADES
Esqueleto Axil: Cabeza Ósea y Columna Vertebral
CABEZA OSEA
A diferencia con lo que ocurre en el resto del sistema esquelético, la cabeza representa un complejo óseo donde concurren tres fuentes de origen que forman el esqueleto cefálico:

1.-Neurocraneo, esqueleto de osificación cartilaginosa,
filogenéticamente muy antiguo, que se desarrolla en relación con el extremo cefálico de la notocorda y las cápsulas ótica y oftálmica; segmento que da origen a occipital (excluyendo su escama), al esfenoides, al etmoides y a la porción petrosa del temporal.

2.- Viscerocraneo, esqueleto que se desarrolla en relación con los arcos branquiales primero y segundo. Del primer arco derivan: el maxilar, la mandíbula, el cigomático, el martillo y el yunque (oído medio), el proceso pterigoides del esfenoides. Del segundo arco derivan: el estribo (oído medio) y el proceso estiloides.

3.- Desmocraneo, esqueleto de cubierta, de osificación membranosa, filogenéticamente más nuevo, que da origen a la escama del occipital, parietal, la escama del temporal, huesos nasales y al frontal. La cabeza ósea adulta está constituida por 22 huesos (mas los huesos del oído medio). Todos ellos se articulan formando las suturas del cráneo. El único hueso móvil lo constituye la mandíbula; hueso que establece una articulación sinovial a través de sus procesos condilares con el temporal y una relación articular especial con el maxilar, por medio de los dientes, la oclusión dentaria (Fig.A).

La parte superior del cráneo se denomina calvaria o bóveda, la parte inferior se conoce como base del cráneo; unido a la parte anterior de esta última se encuentra el esqueleto de la cara. Gran parte de los huesos de la bóveda craneal están compuestos por huesos planos formados por una tabla interna y otra externa, separadas por el díploe. Este último es hueso esponjoso que se caracteriza por contener médula ósea roja y poseer los conductos venosos que contienen las venas diploicas que establecen una comunicación entre los territorios endo y exocraneal (Fig.B).

Al examinar la cabeza ósea desde una vista lateral Ud. puede reconocer dos regiones, una póstero-superior que se desarrolla en relación con el encéfalo, llamada cráneo y otra, ántero-inferior, que se desarrolla en relación con el aparato respiratorio y digestivo llamada cara. Estas dos regiones se articulan mediante sinartrosis, en un ángulo de 45 grados, dejando cavidades como la órbita y fosas nasales que son comunes a la cara y el cráneo (Fig.C).

Huesos del cráneo: Constituídos por 8 huesos, el cráneo presenta dos sectores, la base del cráneo, inferior, formado por huesos irregulares que se articulan con algunos huesos de la cara y la calota, superior, formada por huesos planos. La base del cráneo soporta en su parte superior al encéfalo y se amolda a su forma presentando tres fosas, la fosa craneal anterior, ubicada sobre la órbita y las fosas nasales constituídas por el frontal, etmoides y ala menor del esfenoides; la fosa craneal media formada por el temporal y el cuerpo y ala mayor del esfenoides y la fosa craneal posterior formada por el occipital, el temporal y una pequeña porción del cuerpo del esfenoides. La base del cráneo vista por su parte inferior es irregular presentando una zona anterior donde se articulan los huesos de la cara formando así la órbita y fosas nasales. La calota cubre al encéfalo y por cara externa está en relación con la piel y el cuello cabelludo.

Huesos de la cara: Constituída por huesos irregulares unidos por sinartrosis, se pueden reconocer una parte superior inmóvil, formada por varios huesos: maxilar, cigomático, nasal, lagrimal, vomer, palatino y cornete inferior, que junto con algunos del cráneo forman la órbita y cavidad nasal; y otra inferior móvil, la mandíbula, formada por un sólo hueso. Los huesos del cráneo, en especial los de la bóveda craneal (desmocraneo), se desarrollan en el espesor del tejido conectivo, presentando centros de osificación desde los cuales el proceso de formación ósea irradia en todas direcciones.

Estos centros de osificación quedan representados por prominencias óseas. Así, podemos reconocer las eminencias frontales, las eminencias parietales, la eminencia occipital externa. Estas eminencias óseas son fácilmente identificables en el recién nacido, pudiendo ser detectadas in útero mediante ecografía. El diámetro biparietal mide en el feto de término 9,5 cm. y el diámetro occipitofrontal mide 11,5 cm. Los huesos del cráneo neonatal están unidos por tejido conectivo, existiendo amplios espacios en las zonas donde convergen tres o más huesos conocidos como fontanelas.

La fontanela anterior o bregmática está limitada por los dos hemifrontales y los parietales, tiene forma de rombo con una diagonal de 2,5 a 3 cm., es la de mayor magnitud y la más tardía en cerrarse, hecho que ocurre después del segundo año de vida. La fontanela posterior o lambdoidea está limitada por los parietales y el occipital, de forma triangular, es la primera en cerrarse, a los tres meses de edad. La fontanela esfenoidal está limitada por el frontal, parietal, temporal y el ala mayor del esfenoides, su cierre ocurre a los seis meses.

La fontanela mastoidea, está limitada por el temporal, parietal y el occipital, cerrándose a los 18 meses de edad.

COLUMNA VERTEBRAL
La columna vertebral está formada por unidades óseas de forma irregular, llamadas vértebras. Las vértebras presentan un segmento anterior o cuerpo vertebral bien desarrollado, más o menos cilíndrico, que se articula por sus caras superior e inferior con las vértebras supra y subyacente respectivamente y un arco vertebral, dirigido hacia dorsal, que encierra al agujero vertebral. La superposición de las vértebras forma el conducto vertebral que contiene a la médula espinal. El arco vertebral presenta la apófisis espinosa dirigida hacia atrás, cuyo extremo es posible de reconocer por palpación en el dorso. Las apófisis transversas, en número de dos, dirigidas hacia lateral; las láminas vertebrales, que corresponden a un segmento que une la base de la apófisis espinosa a la apófisis transversa; las apófisis articulares, dos superiores y dos inferiores que se ubican entre la lámina y la apófisis transversa; el pedículo vertebral, que corresponde a un segmento óseo que une el arco vertebral al cuerpo. La superposición de las vértebras deja entre los pedículos los agujeros de conjunción por donde salen los nervios raquídeos (Fig. 1)

La columna vertebral presenta cinco segmentos:

1.- La columna cervical de gran movilidad formada por siete vértebras de las cuales las dos primeras están modificadas. La primera vértebra cervical, llamada atlas, se articula con los cóndilos del occipital y carece de cuerpo vertebral; y la segunda vértebra cervical, llamada axis, en la cara superior del cuerpo presenta el proceso odontoides. No existe disco intervertebral entre atlas y axis. Las vértebras cervicales tienen la característica de presentar un agujero en la apófisis transversa para el paso de la arteria vertebral.(Fig. 2) .

2.- La columna dorsal o toráxica de menor movilidad que el segmento anterior, formada por doce vértebras que presentan carillas articulares en la zona lateral del cuerpo y de la cara anterior de las apófisis transversas para la cabeza y la tuberosidad de las costillas, respectivamente.

3.- La columna lumbar de mayor movilidad que el segmento toráxico, esta formada por cinco grandes vértebras que tienen la particularidad de presentar un gran cuerpo vertebral y la apófisis espinosa corta, recta hacia atrás. (Fig. 3) ,(Fig. 4)

4.- La columna sacra rígida, formada por cinco vértebras que se sueldan en el adulto formando sólo un hueso, el sacro; cóncavo hacia adelante, forma parte de la pelvis verdadera, en las caras laterales o alas, se articula con el hueso coxal del esqueleto apendicular inferior. Los agujeros de conjunción del sacro, presentan dos puntos de salida uno anterior, los agujeros sacros anteriores y otro posterior, los agujeros sacros posteriores.

5.- La columna coxígea, formada por cuatro o cinco vértebras vestigiales fusionadas que poseen solamente un diminuto cuerpo vertebral. (Fig. 5), (Fig. 6)

Articulaciones de la columna vertebral.

1.- Articulación entre occipital y atlas: Corresponde a una diartrosis de tipo condileo que permite movimientos de flexo-extensión de la cabeza.

2.- Articulación entre atlas y axis: Se realiza en dos puntos, uno entre las apófisis articulares que corresponden a una diartrosis de tipo artrodia y otro entre el arco del atlas y la apófisis odontoides del axis, que es una diartrosis de tipo trocoides; es este punto el que permite en gran parte los movimientos de rotación de la cabeza.

3.- Articulación entre cuerpos vertebrales: Corresponden al tipo de las anfiartrosis, existiendo un disco fibrocartilaginoso interpuesto, estas articulaciones son importantes en la función de soporte de la columna vertebral. (Fig. 7), (Fig. 8), (Fig. 9).

4.- Articulación entre las apófisis articulares de las vértebras: Son diartrosis de tipo artrodia, importantes en los movimientos de giro, flexión y extensión de la columna.

5.- Articulación entre vértebras dorsales y costillas: Tanto la articulación entre el cuerpo vertebral y la cabeza de la costilla (articulación costovertebral), como entre la apófisis transversa y la tuberosidad de la costilla (articulación costotransversa), corresponden a diartrosis de tipo artrodia. Son estas articulaciones importantes en el movimiento de respiración costal.

6.- Articulación entre sacro y coxal o articulación sacro-ilíaca: Corresponde a una diartrosis o articulación sinovial plana entre las superficies articulares correspondientes. Durante el parto se produce a este nivel un movimiento de giro llamado nutación, desplazamiento que aumenta los diámetros del estrecho inferior de la pelvis. Examen general de la columna La columna vertebral es soportada por las extremidades inferiores, cualquier alteración sobre éstas va a repercutir sobre aquella. Desde una vista lateral, la columna presenta en el adulto cuatro curvaturas, la primera a nivel cervical, cóncava hacia atrás (lordosis); la segunda a nivel toráxica, cóncava hacia adelante (xifosis); la tercera a nivel lumbar cóncava hacia atrás (lordosis) y la cuarta a nivel sacro-coxígeo cóncava hacia adelante (xifosis). Estas curvaturas se desarrollan después del nacimiento. El recién nacido presenta una xifosis primaria, en la medida en que el niúo extiende la cabeza, desarrolla la lordosis cervical y cuando comienza a caminar, completa la lordosis lumbar; quedando así constituídas las cuatro curvaturas de la columna vertebral.
Las curvaturas en sentido lateral de la columna se denomina escoliosis y son de tipo patológico. (Fig. 10)

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE ANATOMÍA