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Esta corresponde al inicio del tubo digestivo. Para su estudio se distingue un vestíbulo oral, hendidura estrecha en forma de herradura que se localiza por fuera de los arcos alveolares y dentarios, (pared medial y posterior ) y cara interna de los labios y mejillas (pared lateral y anterior). Esta pared blanda contiene al músculo orbicular oral en la parte anterior y al buccinador en la parte mas posterior. Cuando la cavidad oral esta cerrada el vestíbulo oral se comunica con la cavidad oral propiamente tal a través de un espacio que queda por detrás del último molar. En el vestíbulo a la altura del segundo molar superior desemboca el ducto parotídeo. El fondo del vestíbulo oral, es decir, la zona donde la mucosa del labio o de la mejilla se refleja para continuar cubriendo el reborde alveolar recibe el nombre fornix oral. El fornix superior presenta desde la línea media hacia lateral las siguientes características: El frenillo labial superior, que puede tener una inserción muy baja incluso llegando hasta la papila palatina, provocando la separación de los incisivos centrales (diastema). Hacia lateral de este punto, el vestíbulo es profundo, proyectándose el fornix a la altura del tercio apical de las piezas dentarias anteriores. A la altura del primer premolar aparece el frenillo lateral. En la zona de los premolares la profundidad del vestíbulo oral superior se reduce, especialmente a nivel del primer molar, por la presencia de la cresta cigomato-alveolar del maxilar. Desde aquí el fornix vuelve a ganar un poco de profundidad, especialmente hacia la tuberosidad del maxilar. El fornix superior tiene importancia clínica en relación con la rehabilitación protésica en personas desdentadas y es necesario considerar, en esos casos, las inserciones de los músculos faciales en el reborde alveolar superior. Así, en la zona anterior, a los lados del frenillo anterior se inserta el músculo depresor del tabique nasal y hacia lateral de él lo hace el orbicular oral; músculos que forman un tope que interfiere con la inserción protésica. A nivel de la fosa canina se inserta el elevador del ángulo oral y a nivel de los molares lo hace en buccinador; músculos de flanco que interfieren poco con la inserción de una prótesis. (Fig. 1) Por su parte, en el fornix inferior encontramos de medial a lateral: El frenillo labial inferior. Hacia lateral de este punto el fornix se proyecta a nivel del tercio medio de la piezas dentarias anteriores. A nivel del primer premolar aparece el frenillo lateral. En la zona del segundo molar aparece la línea oblicua que se extiende hacia la rama mandibular. En relación con las inserciones musculares en el reborde alveolar inferior, aquí encontramos: A los lados del frenillo la inserción del músculo mentoniano (borla del mentón) y lateral a él la inserción del orbicular oral; ambos músculos que forman un tope que interfiere con la inserción protésica. A nivel de canino y premolares se insertan los músculos depresor del labio inferior y depresor del ángulo oral y en la zona molar lo hace el buccinador; músculos de flanco que interfieren poco con la inserción de una prótesis. Las arterias que irrigan los labios superior e inferior son ramas de la arteria facial, de la a. infraorbitaria y de la mentoniana . El drenaje linfático de todo el labio superior y regiones laterales del labio inferior se realiza hacia los linfonodos submandibulares mientras que el drenaje linfático de la zona media del labio inferior es hacia los linfonodos submentonianos. Los nervios de esta región provienen de los ramos infraorbitarios del n. maxilar y mentonianos del n. mandibular. La cavidad oral propiamente tal se localiza por dentro de los arcos dentarios. Tiene un techo formado por el paladar duro (procesos palatinos del maxilar y la lámina horizontal del palatino) con una mucosa masticatoria gruesa que en la parte anterior suele tener rugosidades transversales. En la región media de la zona anterior se suele localizar la papila palatina que está en estrecha relación con el canal incisivo (palatino anterior), lugar por donde emerge el nervio nasopalatino . El paladar blando es la continuación del techo hacia posterior. Este contiene un esqueleto fibroso (aponeurosis palatina) sobre el cual se insertan los músculos del paladar blando. Ellos son el tensor del velo del paladar, el elevador del velo del paladar, el músculo palatofaríngeo, el músculo palatogloso , y el músculo de la úvula. (Fig. 2) . El límite posterior de la cavidad oral corresponde a los pilares del velo del paladar. El pilar anterior contiene al músculo palatogloso, el pilar posterior contiene al músculo palatofaringeo. Entre ambos pilares se encuentra la fosa tonsilar (amigdalina), la cual contiene a la tonsila palatina o amígdala, esta última corresponde a tejido linfoide. El espacio que dejan los pilares posteriores de ambos lados , el velo del paladar y la base de la lengua, se denomina itsmo de las fauces, siendo esta la comunicación con la orofaringe. |
PISO DE LA CAVIDAD ORAL |
Está formado por la lengua y la mucosa de la región sublingual. La lengua es un órgano musculoso que cumple múltiples funciones de gusto, masticación , succión, deglución y fonación. La lengua tiene una raíz , un cuerpo y un ápice o punta de la lengua. Mientras que la raíz (tercio posterior) es poco móvil el cuerpo y el ápice tienen una gran movilidad. El dorso de la lengua es rugoso por la presencia de múltiples papilas linguales. Ellas se clasifican en : papilas circunvaladas, papilas foliadas, papilas fungiformes y papilas filiformes. De todas ellas las únicas que no cumplen funciones gustativas son las papilas filiformes. En el tercio posterior de la lengua se describe el surco terminal que divide la lengua en dos tercios anteriores que se localizan en la cavidad oral y un tercio posterior que se localiza en la orofaringe. Por detrás del surco terminal se localiza la tonsila lingual. La cara inferior de la lengua está cubierta por una mucosa muy delgada y transparente que permite ver las venas de la región . En la línea media se observa el frenillo lingual y en relación a él se observa la carúncula o papila sublingual que contiene la desembocadura del conducto de la glándula submandibular. Mas lateralmente en la región sublingual tenemos los pliegues sublinguales que corresponden a la localización de las glándulas sublinguales las cuales desembocan mediante múltiples conductos en dicha zona. (Fig. 3) Músculos de la lengua: Estos permiten movilizar e inducir cambios en la forma de la lengua para cumplir con las diferentes funciones de ella (masticación, succión, deglución y fonación). Se describen dos grupos de músculos linguales: Los extrínsecos son aquellos que tienen inserciones musculares fuera de la lengua ademas de las propias en la lengua. Son los músculos geniogloso, hiogloso, estilogloso y palatogloso. El otro grupo corresponde a los músculos intrínsecos de la lengua. Todas sus inserciones están dentro de la lengua. Ellos son el músculo longitudinal superior, el longitudinal inferior, el transverso y el vertical. |
INERVACION E IRRIGACON DE LA LENGUA |
La sensibilidad general de la lengua, es decir la inervación que permite discriminar el dolor, el frío y el calor así como el tacto discriminativo, está a cargo de la división mandibular del trigémino a través del nervio lingual. La inervación que permite tener conciencia del gusto de los alimentos, está dada por tres nervios craneanos. Aquella que se capta en los dos tercios anteriores de la lengua está a cargo del nervio facial, el cual por medio de la cuerda del tímpano incorpora sus axones al nervio lingual, elemento que se distribuye por las papilas gustativas de la zona indicada. El gusto que se capta en las papilas circunvaladas del tercio posterior de la lengua está a cargo del nervio glosofaríngeo. El gusto que se origina en las papilas gustativas que están mas posteriores a las precedentes está a cargo del nervio vago a través del ramo interno del n. laríngeo superior. La inervación motora para la musculatura de la lengua está a cargo del nervio hipogloso (XII nervi craneal), excepto la del músculo palatogloso que es inervado por el plexo faríngeo (IX y X nervios craneales). (Fig. 4) Arterias, venas y linfáticos de la lengua. Los vasos arteriales de la lengua provienen principalmente de la arteria lingual, pasando profundamente al músculo hiogloso en su entrada a la lengua, dando allí las ramas linguales dorsales que no se anastomosan con las del lado opuesto debido al tabique lingual, y las arterias linguales profundas que si se anastomosan entre si en la punta de la lengua. Las venas por su parte son las venas linguales dorsales, y las venas linguales profundas que en su trayecto hacia atrás se unen a las venas sublinguales . Todas estas venas desembocan finalmente en la vena yugular interna. El drenaje linfático de la lengua sigue cuatro rutas diferentes: a) Aquella que viene de la base de la lengua drena a los linfonodos cervicales profundos superiores. b) Aquella que viene de la zona media de los dos tercios anteriores de la lengua drena a los linfonodos cervicales profundos inferiores. c) Aquella que viene de las regiones laterales de los dos tercios anteriores de la lengua drena hacia los linfonodos submandibulares y d) Aquella que viene de del vértice de la lengua y zona del frenillo lingual drena en los linfonodos submentonianos. Entre la mucosa de la región sublingual y el músculo milohiodeo se dispone un espacio de interés anátomo-quirúrgico llamado espacio paralingual o región sublingual, donde se ubica la glándula sublingual. El límite lateral de la región corresponde a la cara interna del cuerpo de la mandíbula y su límite medial esta dado por los músculos hiogloso, genihioideo y geniogloso. Las zona derecha e izquierda del piso del espacio paralingual comunican entre si por el pequeño espacio que queda bajo el frenillo de la lengua. A cada lado, estas regiones establecen una comunicación con el triángulo submandibular del cuello (región suprahioidea) a través del hiato submandibular, cuyos límites son el borde posterior del milohioideo y la cara lateral del músculo hiogloso. Por este espacio ingresan a la región: los nervios hipogloso y lingual, la porción profunda de la glándula submandibular y su conducto excretor (ducto submandibular o de Wharton), las venas linguales superficiales. Es interesante destacar aquí la relación que establecen el nervio lingual con el ducto submandibular; en la región posterior del espacio paralingual el nervio se dispone lateral al conducto; más hacia ventral el nervio se coloca por debajo del ducto y, en la zona anterior el nervio transita medial al elemento excretor. Esta disposición es conocida como "el bucle del nervio lingual". A través del hiato submandibular es posible que procesos infecciosos del espacio paralingual migren hacia la región suprahioidea. La pared anterior y lateral de la cavidad oral está formada por las arcadas alveolares y dentarias con la mucosa respectiva, y finalmente la pared posterior de la cavidad oral se continua con la orofaringe a través del istmo de las fauces, formado por el paladar blando hacia arriba, pilares anteriores (palatogloso) y posteriores (palatofaríngeo) hacia las lados y base de la lengua hacia abajo. |
GLANDULAS SALIVALES |
Estas son tres pares de glándulas que secretan saliva que se vierte en la cavidad oral para ayudar a la formación del bolo alimenticio e iniciar la digestión de los hidratos de carbono. Ellas son las glándulas parótidas, las glándulas submandibulares y las glándulas sublinguales. Glándula parótida. Es la mayor de todas las glándulas salivales, pesa alrededor de 25 gramos, se ubica en el espacio que queda entre la rama de la mandíbula, el proceso mastoides y el proceso estiloides. La glándula esta cubierta por una cápsula dependiente de la fascia cervical profunda. Tiene una forma de cuña irregular, con una cara superficial que se extiende entre el arco cigomático hacia arriba, el conducto auditivo externo y borde anterior del esternocleidomastoideo hacia atrás, y cara externa del músculo masetero hacia adelante. La cara anteromedial se relaciona con el borde posterior de la rama mandibular y el borde posterior de los músculos masetero y pterigoideo medial. La cara posteromedial se relaciona con el proceso mastoides, los músculos esternocleidomastoideo y vientre posterior del digástrico. La zona más profunda de esta cara se relaciona con el proceso estiloides, y músculos que en ella se insertan, arteria carótida interna y vena yugular interna. La parte superior de la parótida se relaciona con la porción cartilaginosa y ósea del conducto auditivo externo. Desde el borde anterior de la parótida se observa el conducto parotídeo, elemento que se dirige hacia anterior por sobre el músculo masetero, llega al buccinador y lo atraviesa, para desembocar en el vestíbulo oral a la altura de la corona del segundo molar superior. Esta glándula tienes importantes relaciones neurovasculares. El nervio facial (VII) la atraviesa desde atrás hacia adelante y se divide en sus cinco ramos terminales (temporal, cigomático, bucal, mandibular y cervical) en el espesor de ella. La disposición de este nervio, divide a la parótida en un lóbulo superficial (de poco riesgo quirúrgico) y, un lóbulo profundo, con forma de cuña, que llega a tomar contacto con la faringe, región por donde transitan: la porción terminal de la carótida externa y su ramas terminales la arteria maxilar y la arteria temporal superficial; la vena retromandibular, elemento que se forma por la confluencia de las venas temporales y el plexo ptérigoalveolar. En relación con esta glándula y, en especial con el lóbulo superficial, se disponen los linfonodos intraparotídeos. La secreción de la glándula parótida es fundamentalmente serosa rica en amilasa. Glándula submandibular. Es la segunda glándula salival en tamaño, El lóbulo mas voluminoso se localiza en el triángulo submandibular, parcialmente cubierta por el cuerpo de la mandíbula. Además, presenta una porción mas pequeña que se localiza profundamente en el espacio paralingual, sobre el músculo milohoídeo, extendiéndose hacia adelante hasta casi tocar a la glándula sublingual; esta porción se relaciona hacia medial con el nervios hipogloso y lingual. El lóbulo mayor se extiende hacia atrás hasta relacionarse con la parótida a través de un engrosamiento de la hoja superficial de la fascia profunda, conocido como ligamento estilomandibular. Este lóbulo deja una depresión en la cara medial de la mandíbula conocido como fosa submandibular. La cara inferior de este lóbulo es cubierto por la fascia superficial y el músculo platisma. Algunos linfonodos yacen superficiales a la glándula. La arteria facial suele tener relación con la zona posterior de dicho lóbulo para emerger entre la glándula y la mandíbula. El ducto submandibular desemboca hacia el piso mucoso de la cavidad oral, a los lados del frenillo lingual, en la carúncula sublingual. La secreción de la glándula submandibular es mixta, es decir serosa y mucosa. Glándula sublingual. Es la mas pequeña de las glándulas salivales, tiene forma de almendra cuyo eje mayor es antero-posterior. Se localiza en el espacio paralingual por debajo del pliegue sublingual. La glándula descansa sobre el músculo milohoídeo. Hacia medial se relaciona con el músculo geniogloso y lateralmente con la fosa sublingual de la cara medial del cuerpo de la mandíbula. Esta glándula tiene múltiples conductos que desembocan en el pliegue sublingual. La secreción de la glándula sublingual es mucosa. Glándulas salivales menores. Estas corresponden a un número variable de glándulas pequeñas que están diseminadas por toda la cavidad oral, ya sea en la zona de los labios , de las mejillas, del paladar y de la lengua. Su función tiene que ver mas bien con la lubricación de la mucosa oral. Inervación de las glándulas salivales. La inervación secretora de las glándulas salivales está dada por el parasimpático craneano. Así por ejemplo el núcleo salivatorio superior, localizado en el puente, contiene las neuronas preganglionares que se distribuyen a través del nervio facial y su ramo cuerda del tímpano hacia el ganglio submandibular. Allí se establecen las sinapsis con las neuronas postganglionares , las cuales envían sus axones por el nervio lingual hacia las glándulas submandibular y sublingual. Por otro lado, el núcleo salivatorio inferior, que se ubica en el bulbo espinal, envía sus axones preganglionares a través del nervio glosofaríngeo y su ramo timpánico, para sinaptar en el ganglio ótico con las neuronas postganglionares. De allí los axones siguen por el nervio auriculotemporal para terminar en la glándula parótida. La activación del parasimpático produce aumento de la secreción salival. La inervación simpática de las glándulas salivales está a cargo de las neuronas preganglionares simpáticas ubicadas en las astas laterales de la médula torácica; desde allí los axones transcurren por el tronco simpático de cada lado hasta el ganglio cervical superior, donde hacen sinapsis con la neurona postganglionar. Los axones de estas neuronas transcurren por el plexo de la carótida externa y, a través de las ramas arteriales llegan hasta las glándulas salivales e inervan los vasos sanguíneos de ellas. La estimulación del simpático produce vasoconstricción en las glándulas, por lo que su acción es reducir la secreción salival. |
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE ESCUELA DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE ANATOMÍA |