GUIA DE ACTIVIDADES PRACTICAS

Cráneo

El cráneo humano es una estructura ósea que tiene una historia evolutiva compleja. Se describe en su desarrollo filogenético la formación de un neurocráneo asociado al a protección del encéfalo y órganos de los sentidos especiales tales como olfato, audición y visión. Este neurocráneo presenta en su desarrollo una osificación cartilaginosa en base del cráneo y una osificación membranosa en los huesos de la calvaria, aquellos hueso que pertenecen tanto a la base como a la calvaria presentan osificación mixta. Por otro lado se describe un viscerocráneo asociado al desarrollo de la cavidad oral y fosas nasales, que presentan una osificación membranosa en su mayoría y osificación cartilaginosa (oscículos del oído). La cabeza ósea adulta está constituida por 22 huesos ( más los osículos del oído medio de cada lado). Todos ellos se articulan formando las suturas del cráneo. El único hueso móvil lo constituye la mandíbula.

La parte superior del cráneo se denomina calvaria o bóveda, la parte inferior se llama base del cráneo, unido a la parte anterior de esta última se encuentra el esqueleto de la cara o víscerocraneo. Gran parte de los huesos de la bóveda craneal están compuestos por huesos planos formados por una cortical interna y otra externa, separadas por el díploe. Este último es hueso esponjoso que se caracteriza por contener médula ósea roja y poseer los canales diploicos que contienen las venas diploicas.

Desde el punto de vista de la anatomía topográfica en el cráneo se describen varias caras, ellas son:

Cara anterior del cráneo

La cara anterior o facial del cráneo comprende la porción anterior de la bóveda craneal en el plano superior y el esqueleto de la cara en el plano inferior. Se divide en cinco regiones: frontal, orbitaria, maxilar, nasal y mandibular. Destacan: la frente formada por el hueso frontal, las órbitas, las prominencias de las mejillas formadas por los huesos cigomáticos, las aperturas nasales anteriores (aperturas piriformes) que se abren a las cavidades nasales, los maxilares, y la mandíbula.Fig1A, Fig1B

 

Cara superior del cráneo

Esta cara se ensancha posteriormente a través de las eminencias parietales. El límite anterior está dado por los arcos superciliares del hueso frontal. En el plano lateral se encuentran los arcos cigomáticos. Estos cuatro huesos se contactan mediante suturas; ambos parietales se unen por la sutura interparietal o sagital; el hueso frontal se conecta con los parietales por la sutura coronal o frontoparietal; ambos parietales se unen al occipital por la sutura parietooccipital o lambdoidea. La intersección entre las suturas sagital y coronal se denomina bregma, punto de referencia en neurocirugía. La porción más superior del cráneo o vértice está cercano al centro de la sutura sagital. A cada lado de la sutura sagital hay orificios parietales que permite el paso a venas emisarias que comunican el seno sagital superior con las venas del diploe y del cuero cabelludo. Fig2.

 

Cara posterior del cráneo

Esta cara tiene contorno redondo u ovalado y está formada por los dos huesos parietales y el hueso occipital. Lateralmente se conecta con la porción mastoidea de los huesos temporales. Destaca el polo posterior u occipucio, también llamado área occipital. La protuberancia occipital externa es una proyección mediana que se puede palpar en el extremo superior del surco medio de la cara posterior del cuello. Desde esta protuberancia hasta los procesos mastoides de los huesos temporales se extienden las líneas nucales superiores, las cuales son el límite superior de la cara posterior del cuello. En la cara posterior del cráneo también se observan las suturas lambdoideas o parietooccipitales y la porción posterior de la sutura sagital; el punto de conjunción de ambas se denomina lambda y se utiliza para medir el cráneo. También destaca en esta cara el borde posterior de la rama mandíbular. Fig 2a

 

Cara lateral del cráneo

Visto lateralmente el cráneo consta de dos partes, la bóveda craneal ovoidal y voluminosa, y el esqueleto facial de menor tamaño; ambas partes están unidas por el hueso cigomático. Se observan porciones de las suturas entre los huesos frontal, parietal, esfenoides y temporal, y de las suturas entre los huesos faciales como el nasal, lagrimal, maxilar y etmoides. También se aprecia la mandíbula, la articulación temporomandibular, meato acústico externo, hueso y arco cigomático y el proceso mastoides. El proceso mastoides no está presente en el neonato y su desarrollo es escaso durante la infancia; en la adolescencia aumenta de tamaño. Este proceso proporciona inserción al músculo esternocleidomastoideo. Las líneas temporales superior e inferior se extienden desde el hueso frontal en las cercanías de la sutura frontocigomática hasta la región que está por sobre el proceso mastoides. En la línea temporal superior se inserta la fascia temporal, mientras en la inferior se inserta el borde superior del músculo temporal. Este músculo ocupa gran parte de la fosa temporal, limitada superiormente por la línea temporal superior e inferiormente por la cresta infratemporal que separa la región temporal de la infratemporal . El pterion se sitúa en la fosa temporal y representa el sitio donde se articulan los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides, y cuyas suturas forman una H que semeja un ala (pterion, del griego: ala). Esta región puede ubicarse a unos 3 cm. por detrás de la sutura frontocigomática (palpable como una pequeña cresta) y a 4 cm. por encima del arco cigomático. El pterion es un punto de referencia quirúrgico importante ya que la rama anterior de la arteria meníngea media, incluida entre las túnicas de la duramadre, se aloja en un surco óseo de la cara interna de esta región. Es en el pterion donde esta arteria es más propensa al desgarro debido a la vulnerabilidad de esta región a la fractura de cualquiera de sus componentes. El sangramiento resultante (hemorragia extradural) aumenta la presión intracraneal y el coágulo en formación ejerce presión local sobre la corteza cerebral subyacente. La sangre también puede pasar lateralmente a través de la línea de fractura y formar un pequeño abultamiento bajo el músculo temporal. El pterion también sirve de referencia para ubicar la cara inferior del lóbulo frontal, trazando una línea oblicua desde la sutura frontocigomática hasta el pterion.Fig3, Fig4

 

Cara interna de la base del cráneo

Cuando se retira la bóveda del cráneo y se observa la superficie interna de la base del cráneo se ve que de delante a atrás tenemos los huesos: frontal, etmoides, esfenoides temporal y occipital. Para su estudio la base del craneo se divide en tres fosas denominadas anterior , media y posterior.

La fosa craneal anterior alberga la cara orbitaria del lóbulo frontal del cerebro. Está formada por parte de los huesos frontal, etmoides y ala menor del esfenoides. En la linea media el proceso crista galli del etmoides sirve de zona de inserción del extremo anterior de la hoz del cerebro. A ambos lados de la crista galli se observa una zona acanalada formada por la lámina cribosa del etmoides cuyos múltiples orificios son atravesados por los filetes olfatorios que transcurren desde la mucosa nasal hasta el bulbo olfatorio. En el límite posterior de ésta fosa se encuentra el ala menor del esfenoides que la separa de la fosa media.

La fosa craneal media alberga el lóbulo temporal del cerebro. En la linea media encontramos el cuerpo del esfenoides que tiene la fosa hipofisiaria (pituitaria) o silla turca en la cual se aloja la glándula hipófisis o pituitaria. Inmediatamente lateral se encuentra el seno cavernoso, más lateralmente encontramos las alas mayores del esfenoides, la porción escamosa y petrosa del hueso temporal. Los siguiente son los principales puntos de reparo oseo en relación al sistema nervioso: Canal óptico, por el pasan el nervio óptico y la arteria oftálmica. Fisura orbitaria superior, por ella transcurren los nervios óculomotor, troclear, abducente, oftálmico del trigémino, vena oftálmica . Foramen redondo, para el nervio maxilar del trigémino. Foramen oval, para el nervio mandibular del trigémino, arteria meningea accesoria, nervio petroso menor. Foramen espinoso, para la arteria meningea media ,y rama meníngea del nervio mandibular. Foramen lacerum sellado por cartílago, inmediatamente posterior a el está el canal carotídeo para la carótida interna y el plexo simpático pericarotídeo.

La fosa craneal posterior es la más profunda, alberga al cerebelo, la protuberancia y el bulbo espinal. Está limitada anteriormente por el dorsum sellae del esfenoides y lámina basilar del occipital. Lateralmente el borde superior de la porción petrosa del temporal es el límite entre la fosa posterior y la fosa media. Gran parte de la fosa posterior está formada por el hueso occipital. Los principales detalles anatómicos de esta fosa son los siguientes: Meato auditivo interno, para los nervios facial, vestíbulo-coclear y arteria laberíntica. Forámen yugular, para los nervios glosogaringeo, vago, accesorio, arteria meningea posterior, seno sigmoídeo, seno petroso inferior. Canal hipogloso, para el nervio hipogloso. Forámen magnum, para el bulbo raquídeo, meninges, arteria vertebral y raíces espinales del accesorio. Fig5

 

Cara inferior de la base del cráneo

La cara exocraneal de la base del cráneo puede dividirse en tres zonas, una anterior, una media y una posterior. La zona anterior está formada por el paladar duro y arco alveolar del maxilar. La zona media se extiende desde las coanas o apertura posterior de las fosas nasales hasta el borde anterior del foramen magno. La zona posterior se extiende desde el foramen magno hasta la línea nucal superior. Los principales detalles anatómicos de la cara inferior de la base del cráneo son: Fosa y canal incisivo, para ramos del nervio nasopalatino y de la arteria esfenopalatina. Forámen y canal palatino mayor, para los nervios y arteria palatina mayor. Forámen palatino menor, para los vasos y nervios del mismo nombre. Los forámenes lacerum, oval, espinoso, canal carotídeo, forámen yugular, canal hipogloso y foramen magno que también se ven en esta cara, contienen los mismos elementos mencionados un poco mas arriba. Forámen estilomastoídeo, para el nervio facial, y la arteria estilomastoídea. Fig6

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