La visión de color es complementaria y enriquese a la visión de formas y movimientos ya que permite detectar objetos y formas que, en otras condiciones, no serían vistos. En efecto, la visión de color aumenta el contraste con el trasfondo.

El color depende de los objetos debido a que estos, por sus características, modifican la composición de longitudes de onda de la luz blanca (ambiental) que cae sobre ellos. Por lado existe una luz ambiental alrededor de los objetos que, aunque cambie, no altera ni el color que tienen los objetos ni la percepción que hacemos de él. El sistema visual realiza un procesamiento sobre la información de color que permite compensar esas variaciones. Aparece, entonces, asociada a la visión de colores la propiedad de la constancia del color.

En la percepción de color también se dan procesos cerebrales de abstracción en los que participan mecanismos de comparación del color de los objetos contra el color ambiental.

El sistema visual procesa el color usando, a nivel de la retina, tres tipos diferentes de conos que le permiten responder a diferentes regiones del espectro visible (para nosotros) de la luz. El rango del espectro de esta luz es muy estrecho ya que se define en el espectro electromagnético entre los 400 y los 700 nm. Además, la luz blaca, monocromática, presenta en ese rango una mezcla de longitudes de onda que se separan al hacerla pasar, en un cierto ángulo, por un prisma.

Los tres tipos de conos con los cuales se procesa la luz se caracterizan por tener una substancia, el 11-cis-retinal, que es sensible a la luz, unida a una proteína, una opsina, formando un pigmento, la rodopsina Es la composición de la opsina, la que determina la longitud de onda que puede activar al pigmento.

En la figura apreciamos que los tres tipos de conos responden preferencialmente pero no exclusivamente a longitudes de onda corta, media y larga, dentro del espectro de la luz blanca.

La absorción de, por ejemplo, la longitud de onda corta, de 419 nm, se hace por conos que tienen el pigmento adecuado y que al ser activado iniciarán en esos conos los procesos que llevan a la visión del color azul. A 531 nm se absorbe para el color verde y a 559 nm para el rojo. Estos serían los tres colores primarios con que trabajaría el sistema visual.

Los tres tipos de pigmentos se encuentran sólo en los conos. En los bastones hay otra rodopsina que absorbe principalmente a 496 nm y que genera información para color negro.

Entonces, la visión de colores se basa en la existencia de tres tipos diferentes de fotorreceptores (conos) absorbedores de luz. Esta propiedad del sistema se llama trivarianza.