Sólo desde fines del s.XIX se relacionaron los sueños con el funcionamiento cerebral. También, solo a partir de 1960 se investigó en forma sistemática el sueño paradojal. Desafortunadamente, sin embargo, hasta la fecha no ha sido posible demostrar experimentalmente ninguna de las hipótesis elaboradas acerca del significado fisiológico de los sueños. Este vacío ha sido reemplazado con hipótesis que tratan de explicar por qué soñamos y que se presentan a continuación.

  • Una válvula de espíritu. Desde fines del s. XIX surge con S Freud la hipótesis de que los sueños representan una forma de liberación de energía psíquica (deseos y compulsiones rechazadas por la conciencia) que el cerebro debe eliminar. En oposición a esta teoría, pero en el marco del psicoanálisis, C Jung, a comienzos de s XX, considera a los sueños como un medio de alcanzar el inconsciente individual, en el ambiente del inconsciente colectivo.
  • Un guardian del dormir. También enraizada en las teorías de S. Freud sobre los sueños, surge la hipótesis de F.Snyder de que los aspectos agradables de los sueños aseguran la continuidad del dormir.
  • Una purga cerebral. Toma otro aspecto de la hipótesis de S.Freud indicada en el punto 1. La hipótesis del sueño como eliminador de pensamientos ahogados, planteada a fines del s XIX por el alemán W. Robert, es replanteada a fines del s XX por F. Crick y G. Mitchison, en el sentido de que el soñar es una forma o proceso para olvidar. Circuitos neuronales aislados durante el sueño paradojal serían limpiados de información parásita.
  • Conservación de circuitos neuronales. Hipótesis propuesta por J.A. Hobson quien plantea que el sueño paradojal provoca, por una parte, el reposo o alivio del sistema nervioso de la motricidad y de la atención pero, por otra, la activación del sistema nervioso no fatigable (circuitos básicos esenciales o poco usados).
  • Proceso de aprendizaje. Según Roffward, Muzio y Dement, el sueño paradojal sería importante para la maduración del sistema nervioso central o, como propuso E Dewan como parte de un programa de desarrollo del cerebro del embrión, que participaría en la formación de los nuevos circuitos funcionales y/o en la consolidación de procesos de memorización.
  • Guardián de conductas específicas. En 1991, M. Jouvet presentó la teoría de la programación genética iterativa en la que propone que en los homeotermos el sueño paradojal reactivaría periódicamente conductas específicas. Así el sueño mantendría la individualidad psicológica, perpetuando una diversidad necesaria.
  • Gestor de la creación artístico-científica. Creaciones artísticas (Sonata del diablo de Taquini) y científicas (estructura de la molécula de benceno de Kekulé) han sido inspiradas por sueños.
  • Factor de adaptación psicosocial. En indios de América del Norte y de Australia, los sueños influyen fuertemente en las conductas de los sujetos, aportando al equilibrio individual y a su adapatbilidad social.
  • Guía de vida. El sueño guiaría las orientaciones fijas originales que van determinando el destino de los sujetos.