La relación entre el hombre y las drogas es tan antigua como el hombre mismo.

Probablemente el hombre prehistórico consumía bebidas fermentadas y en civilizaciones antiguas, como la egipcia, bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino eran de uso común.

El uso excesivo de drogas (abuso) también ha estado presente desde los comienzos de las culturas humanas.

Los estudios modernos sobre los efectos de las drogas en el hombre y en su conducta apunta a que dichas acciones se relacionan con alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso y de sus mecanismos celulares básicos.

Aunque no todas las causas de los efectos de las drogas son conocidos, ha quedado claramente demostrado que pueden ser dañinos tanto orgánica como social y económicamente al punto de promover el desarrollo de conductas destructivas.

Una consecuencia muy grave derivada de la influencia de las drogas es el desarrollo de la dependencia, situación en la que la conducta del sujeto esta compulsivamente orientada a la obtención de cantidades crecientes de drogas.

A pesar de la abundante información existente acerca del efecto de las drogas sobre las neuronas y sobre las conductas, los mecanismos básicos de esas influencias permanecen sin aclarar.