Las características de arraigamiento propias de las especies hortícolas, obviamente, varían según las condiciones físicas y químicas del suelo en que se desarrollan y según las prácticas de manejo. Sin embargo, en una situación óptima de suelo y con un manejo que no perturbe el enraizamiento, las hortalizas muestran una gran diversidad en sus hábitos de arraigamiento. En términos prácticos, es importante conocer la profundidad del arraigamiento o enraizamiento para determinar la factibilidad de cultivar una especie en un suelo dado. En el siguiente cuadro se clasifican las principales especies hortícolas de acuerdo a su profundidad de arraigamiento.

Tipo de arraigamiento

Hortalizas

Superficial (< 60cm.) Ajo, apio, achicoria, bróccoli, cebolla, coliflor, espinaca, lechuga, maíz dulce, papa, perejil, puerro, papa, rábano, repollo, repollo de brucelas.
Medio (90-120cm.) Acelga, arveja, berenjena, betarraga, melón, nabo pepino, pimiento, poroto, rutabaga, zanahoria, zapallo italiano.
Profundo (>120cm.) Alcachofa, camote, espárrago, melón, pastinaca, poroto lima, sandía, tomate, zapallo.