El viaje de Pedro Alvares Cabral y la accidental llegada al Brasil
Lisboa Costa de Brasil En la India

 


Lisboa
El triunfal regreso de Vasco da Gama, motivó a la corona portuguesa a organizar una gran expedición para asentarse permanentemente en la India. Con tal propósito se equipó una flota de trece navíos, tripulada por unos 1.200 hombres. Entre ellos iban avezados navegantes como Bartolomé Dias, quien fue el primer europeo en dar la vuelta al continente africano en 1487 y Nicolás Coelho, acompañante de Vasco da Gama en su primer viaje a la India. Además, iba Pero Vaz de Caminha, autor de una larga carta al rey Manuel I que constituye el único testimonio escrito de este viaje.
Dada la importancia que se atribuyó a esta empresa, ricos mercaderes florentinos contribuyeron con sus capitales al financiamiento de la misma, mientras el propio Vasco da Gama proporcionó las instrucciones sobre el curso a seguir durante el viaje. Por otra parte, se encargó al almirante Pedro Alvares Cabral difundir el cristianismo entre los pueblos del oriente. Para tal efecto, se embarcó un grupo de frailes de la Orden Franciscana. Finalmente, el 9 de marzo de 1500, la flota zarpó de Lisboa en dirección al archipiélago de Cabo Verde.

 


Costa de Brasil
Al abandonar las islas de Cabo Verde, la expedición de Alvares Cabral tomó dirección al sudoeste, pero los fuertes vientos alisios la apartaron de su rumbo, desviándola más hacia el oeste. El 22 de abril de 1500 apareció en el horizonte una montaña que formaba parte de un territorio aún desconocido para los europeos: Brasil. Unos días después, los barcos se acercaron a la costa cerca de la actual bahía de Porto Seguro y los hombres desembarcaron para refrescarse. Creyendo que habían arribado a una gran isla, Alvares Cabral la bautizó como "Isla de la Santa Cruz" y tomó posesión de ella erigiendo una cruz y celebrando un servicio religioso a cargo del franciscano padre Enrique, posteriormente nombrado obispo de Ceuta. Asimismo, se produjo el primer encuentro entre indígenas de Brasil y los portugueses, el cual tuvo características pacíficas y amistosas. Después de haber despachado un navío a Portugal para que informara al rey del hallazgo de estas tierras, el 1º de mayo la flota levó anclas para continuar su periplo a la India.
En su trayecto hacia el Cabo de Buena Esperanza hubo que luchar durante veinte días contra terribles borrascas, furiosos vendavales y una mar desencadenada. Cuatro navíos se hundieron y entre ellos el que mandaba el notable Bartolomé Dias, quien encontró la muerte en el mismo cabo que había descubierto años atrás.

 


En la India
Con su expedición reducida a seis naves, Pedro Alvares Cabral se dirigió rumbo a la India. Antes de llegar allí, se detuvo varias veces en la costa este de Africa, específicamente en Sofala, Mozambique (donde pudo reparar los dañados barcos), Kilwa y Melinde (donde logró acuerdos favorables con los gobernantes quienes le proporcionaron un piloto que lo guiaría a la India).
El ansiado arribo a Calicut se produjo finalmente el 13 de septiembre de 1500, es decir, cerca de tres meses y medio después de abandonar la costa brasileña. Al igual que durante la estadía de Vasco da Gama, el samuri local tuvo una actitud cortés pero evasiva hacia Alvares Cabral. Tras incitaciones de los comerciantes árabes, comenzaron las hostilidades que culminaron en enfrentamientos en las calles de Calicut entre musulmanes y cristianos. Luego, los portugueses decidieron realizar una acción intimidatoria, bombardeando durante dos días el puerto de Calicut para más tarde descender por la costa hasta Cochin y Kananur. Allí tuvieron más suerte y realizaron buenos tratos con los señores locales e incluso fueron autorizados para erigir una factoría. El 16 de enero de 1501, Alvares Cabral emprendió el regreso a Portugal, adonde llegó en el mes de julio.