El cuarto viaje: una aventura (1502-1504)
Cádiz En el Atlántico, poco antes de llegar a España Centroamérica Jamaica

 


Cádiz
A los 51 años de edad, Cristóbal Colón emprendió su cuarto y último viaje a las Indias, zarpando del puerto de Cádiz el 11 de mayo de 1502. Sus instrucciones eran las de descubrir más tierras y buscar un paso a las codiciadas islas de las especias. Por otra parte, a raíz de los problemas sufridos en La Española, se le prohibió detenerse en aquella isla. Es más, la corona despojó a Colón de sus facultades administrativas y envió a Nicolás de Ovando como nuevo gobernador de la colonia española. De hecho, una vez llegado a las Antillas, Ovando no permitió el desembarco de Colón en Santo Domingo, donde pretendía cambiar uno de sus buques por otro de mejores condiciones marineras.

 


Centroamérica
En su afán de encontrar el paso naval hacia las islas de la especiería, Colón y sus cuatro naves recorrieron el litoral centroamericano entre agosto de 1502 y mayo de 1503. La aventura comenzó en el golfo de Honduras, para continuar frente al litoral de las actuales Nicaragua, Costa Rica y Panamá en condiciones muy difíciles para la tripulación. El intenso calor, la humedad y las fuertes lluvias descompusieron los alimentos, dañaron los cascos de las embarcaciones y bajaron la moral de los hombres. En vista de esta situación, el Almirante decidió hacer un paréntesis en su búsqueda con la idea de aprovechar de reunir oro que se decía abundaba en una región denominada Veragua. La ruta hacia Veragua se convirtió en otra pesadilla por el hambre y la furia de los elementos. A duras penas, la expedición arribó al estuario de un gran río que los nativos llamaban Yebra y los cristianos bautizaron como Belén. La bondad de estos parajes motivó la fundación del primer poblado hispano en el continente americano -Santa María de Belén- el día 6 de enero de 1503. Sin embargo, la hostilidad de los indígenas de la zona obligó a los españoles a abandonar este primer intento por establecer una colonia permanente en Centroamérica. Dos de los cuatro navíos se perdieron durante este período.

 


Jamaica
En mayo de 1503, Colón y sus hombres desembarcaron en la isla de Jamaica. Allí, las dos naves que les quedaban tuvieron que ser abandonadas en la playa con sus cascos inservibles. "Grande es la desesperación de todos. Situados a cuarenta leguas de La Española, nadie conoce su paradero. El almirante sufre altas fiebres y dolorosos episodios de gota. Pero, apoyado por su incansable hermano [Bartolomé], se sobrepone a los males y da instrucciones para montar un establecimiento apto para una estancia indefinida. Ordena que se amarren entre sí los restos de los dos navíos acondicionados para convertirlos en fortín protegido por el foso de agua que les separa de la cercana playa. Nadie debe abandonarlo, según sus instrucciones, salvo con ocasión de las partidas exploradoras que se preparen. Y éstas van saliendo ordenadamente para establecer contacto con los poblados indígenas y concertar con ellos operaciones de trueque que permiten obtener medios de subsistencia.
Asegurada la supervivencia, comienza a buscarse una salida de la isla. Sin recursos para construir naves con capacidad suficiente, tampoco existen esperanzas de que circulen por las proximidades barcos españoles. Pero en medio de tal desolación, ... Diego Méndez ofrece una posibilidad de escape. En sus andanzas por el interior de la isla consigue la amistad de varios caciques y logra que uno de éstos le venda una amplia canoa capaz para ocho remeros. Con ella se ofrece a llegar hasta La Española". (Fuente: Eduardo de Fuentes Gómez de Salazar, Estrategias de la implantación en América, Ed.Mapfre, Madrid, 1992, págs.112-113)

 


En el Atlántico, poco antes de llegar a España
Tras ser rescatados de Jamaica, donde Colón y su gente habían permanecido alrededor de un año, en septiembre de 1504 el navegante genovés abandonó definitivamente el escenario principal de sus gestas. A su regreso a España, Colón emprendió una vez más la lucha para reclamar de la corona el cumplimiento de lo pactado en las Capitulaciones de Santa Fe de 1492. No obstante, en noviembre del año 1504 falleció Isabel la Católica, lo cual significó la pérdida del principal apoyo de Colón en la corte. En medio de esta situación el estado de salud del Almirante empeoró, al tiempo que sus peticiones de que se respetasen sus derechos sobre las tierras descubiertas continuaron siendo ignoradas por los monarcas. El 19 de mayo de 1506, la muerte sorprendió a Cristóbal Colón en Valladolid. Así, el más grande de los navegantes de su época dejó de existir sin saber que había descubierto un continente desconocido para los europeos del siglo XV.