Organización política y social

Casa Indígena

La existencia de pueblos tan disímiles entre sí permitió que hubieran simultáneamente distintos niveles de organización socio-política.

Los pueblos cazadores, recolectores y pescadores no ostentaban una mayor complejidad social. En la Patagonia, bandas pequeñas se desplazaban por el territorio y alojaban en toldos. Cada banda estaba formada por un número que variaba entre los 20 y los 80 toldos, dirigida por su jefe.

Familia indígena

Cada "toldería" tenía su respectivo espacio para cazar, el cual debía ser respetado por las otras bandas; en caso contrario se registraban conflictos serios.

Los pueblos canoeros no llegaban a constituir poblados. Las familias recorrían las aguas en sus embarcaciones, donde se desarrollaba la mayor parte de la vida. Los ancianos ejercían cierta influencia al momento de presentarse problemas entre miembros de diferentes familias, en el contexto de una estructura social igualitaria. También los chamanes, presentes en todas estas culturas, ocupaban un lugar especial, iniciando a los jóvenes en los secretos de su existencia y transmitiendo el legado de sus antepasados.

Indígenas Australes

Ello se realizaba cuando se juntaban los viajeros de las canoas en tierra firme y compartían centenarias tradiciones y ritos.

La mayor unidad socio-política entre los mapuches era el levo, agrupación de entre 1.500 y 3.000 individuos liderada por un jefe que ha recibido nombres distintos según los cronistas y antropólogos. Los jefes se distinguían por la posesión de varias esposas, el mayor tamaño de sus viviendas y sus vestimentas.

Jefe Indígena

El levo estaba integrado por familias extensas que reconocían antepasados comunes. Los representantes (lonkos) de cada una de estas unidades familiares se reunían en un consejo, donde se tomaban las decisiones que afectaban a todos, tales como la convocatoria a la guerra o las ceremonias, juegos y festividades comunitarias. Por lo tanto, la sociedad mapuche estaba segmentada en levos que no estaban articulados por ningún tipo de poder central.

Mujer Mapuche

La vida de los mapuches transcurría en el ámbito de la familia, donde hombres y mujeres se dividían las labores a realizar. La mujer se encargaba de la recolección de algunas especies, el tejido, la alfarería y el cuidado de la huerta familiar, en tanto el hombre se desempeñaba en las tareas agrícolas, la pesca, la caza y debía estar siempre listo para la guerra. Por otra parte, las mujeres se iban a residir a la parcialidad de su marido, perdiendo a menudo los lazos con su familia de origen.

San Pedro de Atacama

Los pueblos agrícolas, como los atacameños y los diaguitas de Chile y Argentina, poseían estructuras jerárquicas locales con señores étnicos o curacas a la cabeza. Tras la invasión inca, la autoridad de estos curacas debe haber aumentado a medida que colaboraban con los funcionarios del Tahuantinsuyo. Los estudiosos del tema afirman, asimismo, el carácter dual de la administración, o sea, la presencia de dos señores con dominio sobre un valle o un poblado. Las comunidades locales se relacionaban a través de alianzas y vínculos de parentesco.