Guatemala, 1697.- El último reino maya que aún permanecía independiente cae en poder de los españoles al rendirse a las fuerzas de Martín de Ursúa, conde de Lizárraga, la fortaleza de Tayasal, único reducto que todavía resistía a los conquistadores.

La famosa confederación maya, constituida por los tres reinos principales de Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán y que tan altas cotas culturales de esplendor había alcanzado, se había desintegrado a mediados del siglo XV. La tribu de los itzá se había instalado junto al lago de Petén en el Yucatán y estaba orgullosa de su independencia. Cuando los españoles llegaron al territorio maya, se hallaba dividido en 18 estados que mantenían constantes guerras entre sí, pero opusieron enérgica resistencia a la penetración hispana dirigida por los Montejo. En 1652, una gran sublevación causó la muerte del gobernador conde de Alba de Liste. Los intentos de conquista del Petén fracasarían (1646 y 1695) hasta la acción de Martín de Ursúa, pero los lacandones continuarían insumisos.