En esta etapa del ciclo vital, caracterizada por cambios biopsicosociales, existe una necesidad de identificación precoz de conductas de riesgo. La supervisión de salud del adolescente debe ser cautelada por los padres, y los propios jóvenes, debido a que no se realizan en esta edad, controles sistemáticos a nivel de salud primario.

 

Una buena comunicación entre los padres y los hijos es lo esencial en todo intento de prevención de riesgos, considerando que los riesgos de esta etapa pueden estar determinados por los conflictos que se generan en la relación padre-hijo y en la interacción de los jóvenes con la sociedad que les rodea.

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

Riesgos de la etapa

Alimentación

Riesgos

Acciones

Actividad Fisica

Riesgos

Acciones

Mantención de la normalidad

Riesgos

Acciones

Sexualidad

Riesgos

Acciones

Reposo / Sueño

Riesgos

Acciones

 

Riesgos de la etapa

En consideración a la magnitud de los cambios, en los aspectos biológicos, por un acelerado crecimiento y en los planos intelectual y afectivo, el logro de nuevas habilidades donde el joven alcanza la autonomía y cierto distanciamiento de sus padres, se debe estar alerta a los diferentes riesgos a los cuáles están expuestos.


Alimentación

El joven que está enfrentando un rápido crecimiento y posee mayor requerimiento energético por el aumento considerable y variedad de actividades, requiere de una alimentación motivadora, la que debe contener alimentos variados, y nutritivos, que aporten a su crecimiento y desarrollo.

Estas características alcanzadas por el adolescente, especialmente la autonomía lo exponen al consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas y al consumo exagerado, en algunas instancias, de bebidas de fantasía.


Riesgos

 

La sociedad presenta estereotipos en donde predomina la belleza física y en donde se da énfasis a lo estético, prevaleciendo como valor un cuerpo esbelto, situación que hace que muchas jóvenes caigan en riesgo vital por mala nutrición, llegando a presentar problemas como anorexia y bulimia.

La gente con anorexia se preocupa mucho por la comida pero no la ingieren, al verse al espejo perciben una imagen distorsionada de sí mismos, viéndose siempre obesos. Se ha observado que los pacientes con anorexia se encuentran entre la pubertad y la juventud. Esta es una enfermedad de la cual aún no se conocen las causas exactas, se cree que es por asumir un control de sí mismos cuando se sienten presionados por su entorno y la otra causa que se baraja es la del actual culto al físico que se vive en el ámbito mundial.

 Los síntomas más básicos son las dietas estrictas, metas para bajar de peso, dietas aisladas e inconformismo por la pérdida de peso.

Se observa con mayor frecuencia en nuestro medio la anorexia, principalmente en mujeres, quienes dejan de comer, tiempo en que comienzan a aparecer efectos adversos como adelgazamiento extremo, se interrumpe la menstruación y un vello suave y tupido como el Lanugo del recién nacido) cubre todo el cuerpo en la necesidad de obtener calor, además se presenta una conducta hiperactiva.

La bulimia frecuentemente se relaciona con la anorexia y en ocasiones ambas se alternan. La bulimia consiste en que la afectada, una o dos veces por semana ingiere más de 5000 calorías y después se provoca vómito, para luego realizar estrictas dietas y ayunos acompañadas del uso de laxantes y de ejercicio exagerado.


La delgadez de los bulímicos no es tan extrema como en la anorexia pero viven preocupadas de su físico, su peso y por tener su cuerpo en forma, experimentan una vergüenza extrema, depresión y mucha culpabilidad por sus hábitos alimenticios; presentan numerosas caries dentales producto del vómito, irritación gástrica y pérdida de cabello. Las causas exactas de esta enfermedad también se desconocen, sin embargo, se manejan teorías como un desorden electrofisiológico en el cerebro, resultado de desórdenes depresivos o la creencia de que comen exageradamente por el hecho de sentirse descuidados por parte de sus seres queridos.


 

 

Acciones

  • Se sugiere 3 a 4 comidas diarias.
  • No debe dejar de tomar desayuno, el que debe ser abundante y nutritivo. Procurar dejar de comer o saltarse comidas. La frecuencia de la alimentación debe ser estable.
  • Los alimentos deberán ser variados y saludables. Se recomiendan frutas, verduras y cereales, lácteos, carnes magras y comidas preparadas con poca grasa.

  • Al preparar el menú se debe considerar que las calorías que aportan los alimentos deben ser ajustada para cada caso en particular de acuerdo a la madurez puberal y a la actividad física.
  • Es recomendable compartir en familia las comidas, de esta forma se puede detectar oportunamente cualquier cambio o alteración en la ingesta de alimentos en déficit o exceso.
  • En relación con el consumo de líquidos, se recomienda dar preferencia al agua y fomentar la ingesta de 2 litros diarios en promedio.
  • Se recomienda en caso necesario control nutricional.
En caso de presentar algún signo de riesgo, consultar a un especialista sin esperar su acuerdo, recordando que quienes tienen trastornos alimentarios también tienen gran habilidad para esconderlo y convencer a la familia de que están sanos.

 


 

 

ACTIVIDAD FISICA

Riesgos

El cansancio propio de la etapa, influida por el rápido crecimiento y desarrollo, la exigencia académica, entre otras causas, puede orientar o permitir actividades como de lectura, manejo de computación, videos, ver televisión, estudios prolongado, cine, o simplemente el hecho de estar sin realizar nada, que pueden favorecer la vida sedentaria y de evitar la actividad física.

Esta situación puede provocar por un lado, un menor gasto energético en relación con el consumo alimentario y por consiguiente alteración en el estado nutritivo y por otro, el adolescente necesita canalizar la energía a través del deporte, la gimnasia o actividades recreativas que le hagan compartir con sus iguales ayudando a la socialización. 

 


   

Acciones

  • Brindar posibilidades de recreación de acuerdo a los intereses del joven
  • Equilibrar el estudio con la recreación
  • Estimular la participación en grupos comunitarios, religiosos, deportivos o escolares .
  • Estimular y permitir la colaboración en las actividades domésticas.
  • Estimular compartir el tiempo de recreación con su familia.
  • Evitar el aislamiento social o familiar del joven.
  • Promover actividades familiares al aire libre.
  • Organizar los tiempos entre la recreación y el descanso.

 

 


 

 

Mantención de la normalidad

La características de egocentrismo que presentan los adolescentes, los hacen no percibir el riesgo al que se exponen. Presentan una manera audaz de desplegar sus acciones, situación que lo expone a riesgos físicos y psicosociales vitales.



Riesgos

Algunos de los riesgos que les impide mantener la normalidad se encuentran en el abuso de sustancias como alcohol y drogas. frente a la incapacidad del manejo de conflictos y la impetuosidad para actuar.
  

Entre las drogas de uso más frecuentes, se encuentra el alcohol, que es fácil de adquirir, y está en sus propios hogares. Se cree que los hombres beben más que las mujeres, y las causas que se aluden para producir esta conducta es el hecho de que los jóvenes lo ven como una acción de gente grande y después continúan realizándolo por el mismo hecho que los adultos, para darle vida a los acontecimientos sociales, escapar de los problemas o quedar bien con el grupo de pares.

Existen jóvenes que presentan problemas frente a la ingesta de alcohol provocándose adicción, ya sea por problemas genéticos o por evasión de la realidad. Se ha observado que en más de la mitad de los accidentes automovilísticos fatales de los jóvenes, existía la ingesta de alcohol .

Una variable importante a la que están expuestos los adolescentes lo constituyen las campañas publicitarias permanentes en pro del tabaco y el alcohol, presentados como actividad atractiva y pro social, símbolo de libertad y status adulto, estas alusiones justifican también el uso de otras drogas, especialmente la marihuana.

Si se considera que el uso de drogas se plantea por la necesidad de satisfacer el área afectiva, se debe tener presente que esta es una etapa particularmente difícil en el plano de las relaciones interpersonales , en que muchas veces se puede hacer difícil una buena relación del adolescente con los padres.


 

Acciones

 
  • Estimular la comunicación abierta, constante y franca entre padres e hijos, creando una atmósfera de honradez, confianza y respeto mutuo. Una relación padre-hijo llena de conflictos y tensión puede ser una señal de la necesidad de ayuda profesional
  • La habilidad de hablar abiertamente acerca de los problemas es uno de los aspectos más importantes de la relación entre padres e hijos. Para ello se requiere persistencia y comprensión. Los padres deben tratar de dedicarle cierto tiempo a cada hijo, especialmente si están discutiendo temas difíciles.

  • Ayudar a que los hijos establezcan objetivos personales. Metas académicas, deportivas, artísticas y/o sociales. Enseñarles a tolerar sus inevitables fracasos, viéndolos como oportunidades para crecer y no como fracasos.
  • Se debe estimular al joven en la toma de decisiones. Para ello requiere de conocimiento del efecto negativo para la salud del consumo de alcohol y drogas. Se debe desarrollar conductas protectoras frente al consumo de ellas como: estimular el autocontrol, el autoconocimiento y la capacidad de soportar la presión social.
  • Tomar conciencia del efecto que tiene el consumo de drogas en la integridad física de las personas y las consecuencias sociales.
 
  • Conocer a los amigos de los hijos.
  • La educación en valores es fundamental. El adolescente deberá ser capaz de valorar su vida y la de los demás procurando conductas sociales de respeto consigomismo y con los que lo rodean.
  • Proveer un ambiente seguro y armonioso en el hogar
  • Enseñarle la responsabilidad básica en el cuidado de sus objetos personales y para con los de su familia, de ayudar en la casa y la importancia de aceptar límites.
  • Establecer consecuencias por no cumplir las reglas (pérdida de privilegios, restricción del uso del teléfono, etc.).
  • Establecer, de común acuerdo, un sistema para la resolución de conflictos y los límites. Los padres más exitosos son los que se mantienen abiertos a nuevos aprendizajes y se adaptan a los cambios, a menudo bastante imprevistos.
  • Los padres tienen el deber de saber en que y con quien están sus hijos, y hacerles saber que esto es porque los queremos y es la obligación que tenemos como padres.

 


 

Sexualidad

La sexualidad y el desarrollo de la identidad sexual son las características más interesantes y atemorizantes en la adolescencia, tanto para los padres como para los hijos.

En la educación sexual se pueden distinguir diversos aspectos: el biológico, el psicológico, el religioso y el moral. En muchas ocasiones los padres y profesores desean entregar esta orientación, pero pueden sólo enfocarse a los fenómenos biológicos, dejando a un lado el contexto psicológico y afectivo.

La educación sexual siempre ha sido un problema no fácil de enfocar, los adolescentes de hoy, se encuentran con una serie de dificultades y realidades inevitables, como lo es la "sexualización" y el erotismo de algunos ambientes y amplios sectores de la vida cotidiana, por medio de la televisión, las revistas, anuncios, películas, canciones, etc. Los conocimientos que se adquieren generalmente a través de conversaciones con amigos, pero esta información está mezclada de conocimientos aislados, mitificados y carecen de fundamentos serios y consistentes. El inicio sexual puede producirse no sólo a deseos específicamente sexuales, también a necesidad de aprobación de sus pares, rebeldía, reafirmación de la identidad sexual, necesidad de apoyo y cariño, sometimiento, o simple curiosidad.

Riesgos

Los riesgos de la sexualidad a toda edad son los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual. Los adolescentes con su sentimiento de omnipotencia y ansias de explorar, se exponen especialmente a mayor número de parejas sexuales.

Embarazo: Producto de la posible promiscuidad sexual, del desconocimiento y de un mundo acelerado, cada vez es más común ver embarazos adolescentes.

Esto afecta de sobre manera a la mujer, ya que es ella la que debe hacerse cargo del hijo y es la que pasa por múltiples problemas que van desde los problemas de nutrición, con los padres, con los estudios y la mayoría de las veces con la pareja.

Para los varones también es adverso asumir un rol para el que no están psicológicamente preparados, ocasionalmente evaden la responsabilidad.

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS): También conocidas como enfermedades venéreas, éstas se propagan por contacto sexual promiscuo, el cual es muy frecuente en la adolescencia.

La pareja sexual puede parecer sana pero tener la infección en forma asintomática, y contagiarla.

El riesgo de la mayoría de las infecciones comunes y tratables es la progresión a enfermedad inflamatoria pélvica, con su temida consecuencia: la infertilidad.

Estas son las infecciones por gonococo, clamydia, papiloma virus y tricomonas. Otras como la Sífilis (tratable),la hepatitis B y el Virus de Inmunodeficiencia Humana causan afección en distintas partes del cuerpo, y al bebé en las mujeres embarazadas. Sin ser la más frecuente, la infección por VIH es tal vez la más temida del momento por ser intratable y mayormente mortal.

 


 

Acciones

  • Los padres deberían estar igual de preocupados de informar y educando a sus hijos varones en sexualidad integral y valórica, porque ellos también son responsables de un embarazo, y ellos también transmiten y adquieren enfermedades de transmisión sexual.
  • La educación respecto a la sexualidad es un tema que debe ser abordado en forma oportuna, con respeto, donde es decisivo para el adolescente que los padres se presenten afectuosos y serenos frente a las explicaciones.

  • Si los padres no se atreven, no sabe, no está acostumbrado, le da vergüenza, etc., solicitar a un profesional de la salud de confianza que de la información a su hijo sobre los cuidados a mantener frente al tema de la sexualidad. El aprendizaje de la sexualidad sólo es óptimo si al adolescente informado lo acompañan, lo escuchan y lo apoyan sus padres.
  • Por cierto, el mensaje al adolescente es que la apariencia de la persona no descarta que porte una infección de transmisión sexual. En especial el VIH, hace tiempo dejó de ser exclusividad de homosexuales y drogadictos.
  • Por otro, lado se genera al adolescente más tensión en el hecho que los padres en ocasiones, envían dobles mensajes en donde dicen una cosa y en sus acciones realizan otras que son opuestas, estos conflictos se presentan con mayor frecuencia entre las madres y los hijos(as) ya que la relación es más cercana que con el padre la mayoría de las veces.
  • Los padres deben comprender que los jóvenes atraviesan por una época de muchos cambios, tanto internos como externos, su físico les ocasiona muchas inseguridades y sus cambios hormonales hacen variar de forma extremista su humor, por ello los padres deben intentar ser congruentes entre su decir y hacer, deben establecer límites que les den independencia pero que dejen clara su autoridad, sin embargo, deben permitir que cometan sus errores y corran algunos riesgos menores que les sirvan para aprender de ellos.

 






Reposo - Sueño

El sueño varía a medida que va madurando el sistema nervioso central. Los parámetros del sueño en el adolescente presentan valores normales y aproximados a los del adulto, alcanzando entre el 20 y 25% de sueño Rápido y de un 75 a 80 % de sueño profundo.

El tiempo total de sueño disminuye de las 10 horas de la infancia media a aproximadamente 8 y media horas a los 16 años. Existen diferencias muy significativas del patrón de sueño en las noches de los días de clases y los fines de semana, Los adolescentes duermen menos tiempo cuando van a clases que los días que no van al colegio. Se observa una disminución continua de sueño de más o menos 2 horas en la adolescencia media y tardía.

Si los adolescentes van restringiendo su sueño en forma acumulativa, aparecen signos evidentes de somnolencia diurna. Los adolescentes mayores refieren tener somnolencia diurna y escaso sueño nocturno en comparación con los adolescentes de menor edad.

Algunas investigaciones demuestran que los requerimientos de sueño no disminuyen, sino que de hecho aumentan en la medida que el adolescente madura. El tiempo total del sueño en los adolescentes disminuye por los deberes escolares, fiestas y otros eventos.

Riesgos

El trastorno de sueño más frecuente observado en la adolescencia es el Sindrome de Retraso de Fase el que se produce cuando el adolescente va retrasando cada vez más la hora de dormir, haciendo que su sistema circadiano dé respuesta a los sintonizadores externos, es decir al haber luz, estímulos ambientales distracciones, música, alcohol, comida, el organismo cambia su ritmo, aumentando el metabolismo y siendo incapaz de conciliar el sueño.

Carkskadon y cols encontraron que la tendencia del adolescente a retrasar la fase de sueño puede tener soporte biológico y no únicamente social. En adolescentes su frecuencia es del 7% aproximadamente.


 


 

Acciones

  • Favorecer el sueño del adolescente proporcionándole un ambiente acogedor, tranquilo, de temperatura agradable y sin ruidos.
  • El hábito de sueño requiere de un ordenamiento en la rutina, por lo tanto mantener un horario que facilite la sustentación de dicho hábito.
  • Durante el día es recomendable que mantenga actividad al aire libre procurando no permanecer en su dormitorio ni en espacios oscuros Evitar mantener computadores y equipos dentro del dormitorio.
  • La decoración deberá ser sobria. Poster, adornos de colores fuertes en el campo visual del joven dentro de su dormitorio pueden ser estímulos adversos para un buen dormir.
  • Es conveniente disminuir actividades de ejercicio físico intenso o de carácter intelectual previo al acostarse ya que eso estimulará su sistema nervioso central y no le permitirá descansar.
  • Si el joven sabe que tendrá un evento social que lo hará acostarse más tarde es mejor que ese día duerma una siesta de por lo menos 2 a 3 horas. De regreso en la madrugada se podrá acostar y levantarse en lo posible cerca de la hora que lo hace en forma habitual. La tarde de ese día deberá evitar dormir siesta y aguantar el sueño hasta llegada nuevamente la hora en que normalmente el se va a dormir. De este modo se asegura que el patrón de sueño se restablecerá rápidamente.